viernes, 26 de octubre de 2012

Crisis de Octubre. Antes y después


                   
                                      VIII y final
Por Argentina Jiménez

El 28 de octubre de 1962,  los intercambios de mensajes entre Jruschov y Kennedy de los últimos días sobre cómo llegar a un acuerdo para resolver la crisis, llegaron al punto que podía significar un viraje en la tensa situación. El Primer Ministro de la URSS  le comunicó que como los motivos que los impulsaron  a prestar ayuda militar a Cuba desaparecían, al comprometerse el presidente norteamericano a no agredir ni invadir la Isla, ni tampoco sus aliados del hemisferio occidental,  daría instrucciones a los oficiales soviéticos para que llevaran a cabo las medidas dirigidas al cese de la construcción de los objetivos en los emplazamientos de los cohetes, su desmontaje y devolución a la Unión Soviética, con garantías de verificación.
Esta decisión la conoció el Gobierno Revolucionario de Cuba  por Radio Moscú, que  la hizo pública, sin que previamente lo informaran a la Isla. Al conocerlo, el Comandante en Jefe Fidel Castro emitió una declaración en la que fijaba la posición cubana al respecto, y estableció cinco condiciones como garantía contra la agresión yanqui.
A continuación la  declaración del Primer Ministro cubano:
En relación con el pronunciamiento formulado por el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy en carta enviada  al Primer Ministro de la Unión Soviética Nikita S. Jruschov , en el sentido de lo que los Estados Unidos aceptarían después de establecerse adecuados arreglos a través de las Naciones Unidas, eliminar las medidas del bloqueo en vigor y dar garantías contra una invasión a Cuba; y en relación con la declaración anunciada por el Primer Ministro Nikita Jruschov de retirar del territorio cubano las instalaciones de armas de defensa estratégicas, el Gobierno Revolucionario de Cuba declara que:
No existirán las garantías de que habla el presidente Kennedy contra una agresión a Cuba, si además de la eliminación del bloqueo naval que promete, no se adoptan, entre otras, las siguientes medidas:
Primero: Cese del bloqueo económico y de todas las medidas de presión comercial y económicas que ejercen los Estados Unidos en todas las partes del mundo contra nuestro país.
Segundo: Cese de todas las actividades  subversivas, lanzamiento y desembarco de armas y explosivos por aire y mar, organización de invasiones mercenarias, filtración de espías y saboteadores, acciones todas que llevan a cabo desde el territorio de los Estados Unidos y de algunos países cómplices.
Tercero: Cese de los ataques piratas que llevan a cabo desde bases existentes en los Estados Unidos y Puerto Rico.
Cuarto: Cese de todas las violaciones de nuestro espacio aéreo y naval por aviones y navíos de guerra norteamericanos.
Quinto: Retirada de la Base Naval de Guantánamo y devolución del territorio cubano ocupado por los Estados Unidos.
En carta dirigida a Fidel, Jruschov, después de mencionar el acuerdo al que llegó con el presidente Kennedy y de expresar que comprende la indignación de Cuba ante las acciones  agresivas de los Estados Unidos y la violación de las normas elementales del derecho internacional, pide a Fidel paciencia, además de firmeza, para que no se frustre el acuerdo, y finaliza manifestando: “Nosotros de nuestra parte haremos todo para estabilizar la situación de Cuba, defender a Cuba de una invasión y asegurarles las posibilidades de la construcción pacífica de la sociedad socialista”.
El Comandante en Jefe  Fidel Castro le responde el mismo día. Señala las razones que motivaron que Cuba abriera fuego contra los aviones espías, le informa que Cuba es contraria a la inspección de su territorio y le reitera las posiciones planteadas en los cinco puntos de su declaración. Termina señalando que si el mantenimiento de la paz se logra “de manera justa, sólida y definitiva, será un inestimable servicio a la humanidad”.
 El gobierno norteamericano hizo caso omiso a los  cinco puntos planteados por Fidel en su declaración, los cuales  consideró como inalcanzables en aquellos momentos.
Cincuenta años han pasado y el bloqueo se mantiene, aun más recrudecido, al igual que la administración yanqui sigue ocupando territorio cubano en Guantánamo y las acciones agresivas, intensificadas,  no han cesado.
Los días 30 y 31 de octubre  se desarrollaron las conversaciones  de la delegación de la ONU encabezada por U Thant, invitada por el Gobierno Revolucionario de Cuba. Al llegar, el secretario interino de la ONU declaró que venía “ a negociar,  no a inspeccionar”  y reconoció que “la soberanía de Cuba es un requisito básico”. El 31 Fidel reafirmó a los visitantes el derecho de Cuba a la independencia y ratificó los cinco puntos, como única garantía de una verdadera y definitiva paz en el área del Caribe. Del mismo modo ratificó su rechazo a toda tentativa yanqui de inspeccionar el territorio cubano y  corroboró la  determinación del pueblo cubano de defender su soberanía.
En  respuesta a la carta de  Jruschov  del día 30, Fidel , el 31, le escribe y destaca la alta moral y serenidad del pueblo cubano ante la inminencia de una guerra nuclear y el dolor que causó la decisión del gobierno soviético de retirar los cohetes emplazados en la Isla. (Vale recordar que el dolor no solo fue de los cubanos, sino de muchos soviéticos que junto al pueblo caribeño estaban dispuestos a defender  a Cuba al precio que fuera necesario).
Mas adelante, el Comandante en Jefe Fidel Castro le dijo que en ningún momento le sugirió que asestara el primer golpe si EE.UU. invadía el país, “sino que después del ataque imperialista, la URSS actuara sin vacilaciones y no cometiera jamás el error de permitir las circunstancias de que los enemigos descargaran sobre ella el primer golpe”. Rebatió, además, lo afirmado por Jruschov  de que Cuba fue consultada sobre la decisión tomada por él.
Entre los días  29  y 31 de octubre fueron desmantelados los emplazamientos, y el 31 comenzó la retirada  de las armas defensivas sin que  la parte cubana pusiera obstáculo alguno. Sin embargo, la verificación se hizo en aguas internacionales, pues Cuba no permitió ninguna inspección en territorio nacional. .El 9 de noviembre ya se habían  retirado los cohetes.
Según escribió Rubén G. Jiménez Gómez, el 15 de septiembre de 2012 en el periódico Granma, “(…) Jruschov afirmó varias veces por escrito que todas las cargas nucleares ya habían sido retiradas; no estaba bien informado o era una mentira más, pues estas permanecieron en Cuba hasta el 1 de diciembre de 1962, casi dos semanas después de ser suspendida la “cuarentena” y liquidada la crisis…”.
Esta terminó el 20 de noviembre de ese año cuando el Primer Ministro soviético accedió a las exigencias yanquis de que retirara también los bombarderos  ligeros IL-28, lo cual fue motivo de un largo litigio entre EE.UU. y la URSS,  después de llevarse las armas estratégicas. Una concesión más del gobernante soviético.
Se evitó la conflagración nuclear, pero EE.UU. no cumplió con todo lo acordado entre las dos potencias. Las agresiones del imperialismo yanqui contra la Isla no han cesado nunca; suman millones las cifras destinadas a la destrucción de la Revolución cubana, y si este país sigue en pie construyendo la sociedad socialista ha sido por la decisión de su pueblo de defenderla a cualquier precio.

 Fuentes utilizadas en esta serie:  Cuba. 42 años de la Revolución. Cronología histórica. 1959-1982. Tomo 1. Editora Ciencias Sociales.  Algunos artículos de Rubén G. Jiménez Gómez publicados en el periódico Granma. Fidel Castro Ruz,  discurso 24 de octubre de 1962. Obra Revolucionaria No.31 Editorial Nacional de Cuba. Fidel Castro Ruz, Informe al pueblo de Cuba.  1 de noviembre de 1962.  Obra Revolucionaria No.32, Editorial Nacional de Cuba.

Palabras clave: Jruschov /Kennedy/acuerdo/retirar cohetes/ Fidel Castro/declaración/retiran cohetes/ levantan bloqueo naval/fin de la Crisis de Octubre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario