lunes, 21 de marzo de 2016

La mujer cubana: heroica, sacrificada



  Por: Argentina Jiménez                                 
                       
 (…) ¡quién copió figuras de mujer sin ponerles en los ojos alma, y en los labios
gracias y sonrisas! * Los buenos artistas la han pintado en toda su dimensión
humana. Sin embargo, ¡tantos! con sus daños y agresiones le han eliminado
las sonrisas a partir del luminoso primero de enero de 1959. 

Interminable la lista de las cubanas que, además de heridas en el alma, les han dejado cicatrices en sus cuerpos, o perecieron víctimas del terrorismo contra nuestro país. Mas, como eternas Marianas, jamás un dolor o pérdida las han logrado amilanar.

En gesto heroico murió Fe del Valle en el intencional incendio de la tienda El Encanto por elementos contrarrevolucionarios, el 13 de abril de 1961, vísperas de la invasión por Girón, a causa de cuyos bombardeos fue herida Nemesia, la niña de los zapaticos blancos, quien perdió a la madre, como a muchos otros cenagueros:  hombres,  mujeres, niños, .les cercenaron la vida o mutilaron. 

 Lo mismo sucedió a la familia Romero en la finca San José de Altamira en el Escambray. A Paula, de 14 años, a su hermana Teodora y a su madre las golpearon los bandidos  y  después ultimaron al padre, una hermana suya y a un sobrino. Esto, solo como una muestra de sus atrocidades en disímiles hogares campesinos, expuestos a tales actos criminales, en varias regiones de la Isla.

 Quince años tenía Nancy Pavón Pavón  cuando una lancha pirata ametralló el caserío de Boca de Samá, en Banes, Holguín,, el 12 de octubre de 1971, y dejó dos personas muertas y numerosos heridos. Ella diría en una ocasión: “Destrozaron mi juventud, nunca he podido ser feliz en mi vida por mi píe”. Se lo destruyeron los desalmados al servicio de la CIA.

Durante años organizaciones contrarrevolucionarias financiadas por las administraciones  estadounidenses han realizado todo tipo de acciones a fin de entorpecer o derrocar a la Revolución, incluso en el exterior. Un  ejemplo entre tantos, en varios países: el acaecido en la embajada nuestra en Portugal, el 22 de abril de1976, donde cayeron víctima de uno de una bomba de alto poder explosivo Adriana Corcho y Efraín Monteagudo, ambos funcionarios de la legación..
Pocos meses después, el 6 de octubre, a varias mujeres en pleno disfrute de sus años  juveniles, con la cabeza llena de sueños, como Nancy Uranga, embarazada, les quitaron la existencia en el sabotaje al avión de Cubana en Barbados.  Regresaban felices junto a sus compañeros del equipo de esgrima, con las medallas de los primeros lugares ganadas en un torneo en Venezuela. Venían otras, en total 57 cubanos, 11 guyaneses y dos norcoreanos. 73 personas, desaparecidas en el mar por el vandálico ataque. Cuarenta y nueve años después, aún el enemigo  de siempre abriga en sus calles al asesino mayor: Posada Carriles. 

Todavía duele la muerte de 101 niños de 0 a 14 años, a causa del dengue hemorrágico, germen introducido en el país en 1981, que mató a 159 personas y afectó a 344 203. Madres, abuelas, tías…, no olvidan esas vidas de seres queridos tronchadas por la maldad de los ilusos yanquis, que no acaban de entender que jamás seremos una estrella en su bandera.
Libros podían escribirse de los sufrimientos padecidos por las mujeres de esta pequeña nación, contra la cual no cesan las agresiones del vecino del Norte desde el año de la liberación, aun cuando hoy viste nuevas formas (penetración ideológica), pero  con los intereses de siempre; sin mencionar los perjuicios derivados del bloqueo, que asimismo lacera e impide, por solo mencionar un ejemplo, la cura de hijos aquejados de enfermedades requeridas de medicamentos existentes en Estados Unidos  y que no nos permiten su adquisición. 

Y, aunque con un final feliz, ¡cuánto quebranto moral no  padecieron los familiares de los Cinco Héroes durante 16 años! ¡Cuántas angustias, además, los de Antonio y  Ramón antes de conmutarles las cadenas perpetuas, y el dolor y la incertidumbre sobre la situación de Gerardo! Aún fue mayor la pena para Olga y Adriana, impedidas de visitar a sus esposos, mientras las madres de Ramón y Gerardo no tuvieron la dicha de disfrutar el abrazo a su regreso, ni pudieron conocer a Gema, la niña de todos aquellos que en Cuba y allende sus fronteras hicieron posible la sentencia de Fidel: ¡Volverán!
                                                         

*José Martí, Héroe de la República de Cuba























martes, 8 de marzo de 2016

UNA FECHA DIGNA DE FLORES Y BESOS


Por Argentina Jiménez

El 8 de marzo de 1931 se celebró en Cuba, por primera vez, el Día internacional de la mujer.  En esa ocasión, el acto con ese motivo, efectuado en la capital del país, La Habana,  lo acabaron drásticamente las fuerzas del régimen imperante.

 Mucho lucharon desde entonces  las llamadas del sexo débil -aunque una reciente encuesta allende los mares dictaminó que es más fuerte que los varones-, en esta Isla para alcanzar el puesto que hoy ocupan en la sociedad.

 Junto a los hombres combatieron en la Sierra y en el Llano, con las armas o sin ellas en las manos, a fin de conquistar la plena independencia para su país, alcanzada con la victoria del Primero de Enero de 1959.

A partir de esa fecha fueron ganando terreno en todas las esferas y hoy exhiben un destacado   protagonismo en  el Parlamento, las instancias del Partido Comunista y el Gobierno, y son mayoría  en los distintos niveles educacionales y de la Salud Pública...; en fin,  dondequiera se observa su impronta. Sus huellas han dejado en todas partes del territorio nacional.

Pero como aún quedan machistas, siguen combatiendo por la plena igualdad, con el tácito respaldo de las más altas autoridades e la nación.

"Los hombres deben hablar en versos a las mujeres/De rodillas y con un ramo de flores en la mano", escribió Martí, y muchos así lo hacen. Otros irán aprendiendo a respetar esas palabras del Maestro y honrar a las mujeres como se merecen.

sábado, 5 de marzo de 2016

Con Martí en el corazón

Por Argentina Jiménez

 "Las ideas firmes y útiles, necesitan una lengua casta y sana." Lo escribió José Martí en su artículo En casa,  publicado en el periodico Patria, Nueva York, 22 de septiembre de 1894. 

Parecen haberse dedicado a Hugo Chávez, quien, como reza el refrán, no tenía pelos en la lengua, cuando de defender su patria y la patria americana se trataba.  Con frecuencia acudía el Héroe de la independencia de Cuba en sus discursos .

Hoy, cuando Venezuela afronta una situación difícil, sus hombres y mujeres de bien enarbolan el ideario del Comandante-Presidente, ido antes de poder cumplir sus planes emancipadores para el bienestar de su pueblo; esas palabras cobran mayor vigencia que nunca antes.

Dondequiera que esté, amigo entrañable de Cuba,  esta isla pequeña, pero grande en sus convicciones, no lo olvidan, lo extrañan y lo recuerdan, porque nos dio amor, y como usted repetía, "Amor con amor se paga".

                     Gloria eterna a su memoria

            VIVA LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA
 



Silvio Rodríguez respondió a las críticas de Rubén Blades por la situación en Venezuela




"¿Será que él no sabe lo que es una revolución social?" indicó el cantautor cubano.
"Tengo la tristeza de que ya no podré escuchar a Rubén Blades como ese cantor de nuestra América que quiso ser", añadió.
Publicado: Jueves 27 de febrero de 2014 | Autor: Cooperativa.cl
 El cantautor cubano Silvio Rodríguez respondió las críticas del cantante panameño Rubén Blades, quien cuestionó al gobierno venezolano y al presidente Nicolás Maduro a raíz de las protestas sociales que se viven en el país sudamericano.
En una misiva publicada por la Gobernación de Mérida, Venezuela, el cubano cuestionó las críticas de Blades, a quien lo recordó como "uno de los abanderados de la canción social en América Latina" hasta hace algunos años.
"Las verdaderas revoluciones son siempre difíciles. Che Guevara sabía algo de eso y decía que, en las verdaderas, se vence o se muere, porque una revolución no es una tranquila, pacífica obra de beneficencia, como cuando las encopetadas damas de la alta sociedad salen a hacerle caridad a los que no tienen justicia", señaló Rodríguez en su carta.
Añade en su misiva, refiriéndose al panameño, que "¿Será que él no sabe lo que es una revolución social?".
"Todo me lo explico, pero tengo la tristeza de que ya no podré escuchar a Rubén Blades como ese cantor de nuestra América que quiso ser", concluyó.
La carta completa de Silvio Rodríguez
Las verdaderas revoluciones son siempre difíciles. Che Guevara sabía algo de eso y decía que, en las verdaderas, se vence o se muere, porque una revolución no es una tranquila, pacífica obra de beneficencia, como cuando las encopetadas damas de la alta sociedad salen a hacerle caridad a los que no tienen justicia.
Una revolución es un vuelco, una ruptura, un abrupto cambio de perspectiva. Es cuando los oprimidos dejan de creer en que los que mandan –los que los oprimen– tienen la verdad de su lado, y piensan que el mundo puede ser diferente de como ha sido hasta entonces.
Pero claro que los opresores no se resignan a abandonar sus posiciones de dominio y luchan a vida o muerte por ellas, aunque aparentemente, los "otros" sean sus connacionales: enseguida se enajenan de la mayoría del pueblo, porque las revoluciones –no los golpes de estado– siempre son obra de la mayoría.
En un respetuoso diálogo con el presidente venezolano aunque no tanto con sí mismo, el cantautor Rubén Blades, hace años uno de los abanderados de la canción social en América Latina, expone su concepto de revolución:
Para mí, la verdadera revolución social
es la que entrega mejor calidad de vida a
todos, la que satisface las necesidades
de la especie humana, incluida la necesidad
de ser reconocidos y de llegar al estadio
de auto-realización, la que entrega oportunidad
sin esperar servidumbre en cambio.
Eso, desafortunadamente, no ha ocurrido
todavía con ninguna revolución[1].
Ni va a ocurrir en ninguna revolución verdadera, Rubén. No era sino la voluntad de mejorar la calidad de vida de la gente lo que inspiró la Reforma Agraria cubana, que entregó parcelas a miles de campesinos sin tierra y, esencial para procurar mejor calidad de vida, fue la alfabetización cubana de 1961,–porque no hay autorrealización sin saber leer–pero enseguida llegaron la invasión de Bahía de Cochinos y el bloqueo económico que es repudiado cada año en la ONU, aunque acaba de cumplir 52.
Me fascina esa idea de que una revolución social "satisface las necesidades de la especie humana", y claro que eso solo lo hace una revolución cuando se la ve históricamente: no habría democracia ni derechos humanos sin la prédica de los iluministas: sin Voltaire, Montesquieu, Rousseau, pero los que llevaron adelante esas ideas en la práctica social, los que las impusieron como "necesidades de la especie humana" –Danton, Marat, Robespierre , porque las monarquías gobernaban por derecho divino– guillotinaron a la aristocracia francesa que se rebeló contra ellas, la aristocracia que ahogaba en sufrimientos, en miseria los derechos de lossans culottes, acaso los que Evita Perón llamó en su momento "los descamisados" y Martí "los pobres de la tierra".
El tiempo ha pasado, nos recuerda Blades, pero los derechistas venezolanos llaman "los tierrúos" a esos pobres sin zapatos que ellos explotan en el siglo XXI. Es imposible que una revolución haga felices a los dos grupos, porque la revolución va a dar justicia, y hacer justicia no es una fiesta de cumpleaños.
Es decir que nunca ha habido una revolución social como entiende Blades que debe ser. ¿Será que él no sabe lo que es una revolución social? Según se deduce de lo que escribe, no lo la sido ni la inglesa, ni la francesa, ni la rusa, ni la mexicana, ni mucho menos la cubana que lideró Fidel Castro. Presumo que tampoco la venezolana de hace doscientos años, pese a que Blades escribe de esa Venezuela que ama como "el pueblo de Bolívar". Y ¿qué hizo el Libertador? ¿Una tranquila y plácida obra de bienestar social? No gritó Patria o Muerte, sino que firmó un decreto de guerra a muerte para los enemigos de la patria, que eran los de la revolución.
Blades no sólo lo proclama ahora en esa respuesta a Maduro, sino que lo cantaba en sus canciones latinoamericanistas: "de una raza unida, la que Bolívar soñó". Entonces, ¿el intento de realizar el sueño de Bolívar no es el proceso integrador que emprendió Chávez, y que enfrenta a un imperio que nos quiere divididos, sino que únicamente servirá para mover el culo bailando salsa? Y cantar a voz en cuello: "A to'a la gente allá en los Cerritos que hay en Caracas protégela". A "to'a esa gente" la protegen, además de María Lionza, los médicos de Barrio Adentro, porque esos que gritan y agreden en las calles no se ocuparon jamás de la salud de los venezolanos humildes.
Tal vez fue María Lionza la que los mandó a bajar de los Cerritos, cuando el golpe de estado de abril de 2002, para sitiar el ocupado palacio de Miraflores y exigir el regreso del presidente que habían elegido. No te dejes confundir, Blades, "busca el fondo y su razón", y trata de entender las revoluciones de la historia, no las que soñamos para tranquilizarnos.
Para Blades, el programa político del chavismo "obviamente no es aceptado por la mayoría de la población". Lo que quiere decir que la mayoría que eligió a Maduro, no lo es. Blades ignora las 18 elecciones ganadas por el chavismo y el casi 60% de votantes que el PSUV obtuvo en las elecciones de diciembre–que la derecha dijo que sería un plebiscito–y declara mayoría a los representantes de la vieja derecha derrocada por Pablo Pueblo, porque ese hombre –nos recordó Neruda–despierta cada doscientos años, con Bolívar.
Me recuerdo a mí mismo, en los años setenta, en el antiguo apartamento de Silvio Rodríguez, con su puerta negra en la que había golpeado el mundo, descubriendo los primeros trabajos de Rubén Blades con la orquesta de Willy Colón. Nos encantábamos de encontrar una salsa patriótica, "La maleta", aunque sabíamos que no eran ideas unánimes entre los latinoamericanos. Ninguna idea hondamente renovadora consigue apoyo unánime, al menos cuando aparece: el poder establecido –eso que los norteamericanos llaman stablishment–tiene muchos resortes, muchas maneras de "convencer", de imponer sus intereses, y sabe que son pocos los que no ceden ante ellos.
Una cosa es cantar y otra vivir lo que se canta, y cantarlo en todas partes. Tengo vivo el recuerdo de ese extraordinario salsero que es Oscar D'Leòn, cantándole, en los años ochenta, a un público cubano que lo adoraba, que llenaba un coliseo de 15 mil localidades para escucharlo y cantar con él. Lo recuerdo feliz, arrojándose al suelo del aeropuerto de La Habana para besar la tierra de la isla al partir y, a las semanas, lo vi abjurando de su viaje a Cuba, cuando los magnates del disco en el Miami contrarrevolucionario, lo acusaron de comunista por cantar en La Habana, y amenazaron con cerrarle todas sus puertas, que eran también las más lucrativas de su realización como artista.
Oscar sabía que esa derecha, esa burguesía –y mucho menos el poder imperial que tenían detrás– no bromeaban: a Benny Moré, que era el mejor cantante de América Latina, la RCA Víctor no le grabó un disco más cuando decidió quedarse a vivir y a cantar en la Cuba revolucionaria.
Todo me lo explico, pero tengo la tristeza de que ya no podré escuchar a Rubén Blades como ese cantor de nuestra América que quiso ser.

miércoles, 2 de marzo de 2016

La muerte de Chávez cumplió los objetivos de Washington





Eva Golinger
En la ceremonia de los Premios Oscar este año hubo muchos comentarios sobre la justicia social. La poca diversidad entre los nominados para estos prestigiosos premios del mundo del cine no fue ignorada, más bien fue discutia biertamente por el moderador del evento, el comediante afro-estadounidense Chris Rock, y varios presentadores y ganadores. Los ganadores del mejor guion adaptado por la película “La Gran Estafa” también denunciaron los graves abusos del poder cometidos por los bancos, las corporaciones y los políticos que responden a intereses financieros. Haciendo referencia a la campaña presidencial en Estados Unidos, el guionista y también director de la película, Adam McKay declaró, “Ante todo, si no quieren que los bancos controlen al gobierno, no voten por candidatos que reciben dinero de grandes bancos y petroleras, o raros multimillonarios”.
 El tema del abuso sexual estuvo muy presente en el show de los Oscars, primero a través de un discurso del Vice Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidiendo apoyo para una campaña en contra del asalto sexual en las universidades, (itsonus.org). Después, Biden introdujo a la artista Lady Gaga, quien cantó la canción “Till It Happens To You” del documental “The Hunting Ground”, sobre la violación sexual en las universidades, en una apasionada y poderosa presentación en vivo acompañada por jóvenes víctimas del abuso sexual. Y el gran ganador de Mejor Película, el filme “Spotlight”, fue sobre la investigación periodística que desenmascaró el escándalo del abuso sexual perpetrado por sacerdotes de la Iglesia Católica en Boston y el estado de Massachusetts, y luego a nivel mundial. Al recibir su premio, uno de los productores de la película, Michael Sugar, se dirigió al Vaticano, diciendo, “Papa Francisco, es hora de proteger a los niños”.
Hubo otros momentos en donde estuvo resaltado el pensamiento progresista de las estrellas de Hollywood y su esfuerzo para utilizar su medio para promover la justicia social. No obstante, las palabras sin acciones no cambian al mundo.
 Este no es un texto sobre los Oscar ni es una crítica contra el Hollywood de los millonarios de izquierda que se lavan las manos contribuyendo dinero a causas progresistas pero a la hora de actuar no dan la cara. Como sabrán por el título de este artículo, el tema es otro.
 Solo hago mención de un discurso más de la ceremonia de los Oscars, el de Leonardo DiCaprio, quien por fin ganó el premio del Mejor Actor por su fuerte actuación en la película “El renacido”. DiCaprio es un conocido activista ecológico, pro-ambiente, y tiene su propia Fundación Leonardo DiCaprio que se dedica a la protección y defensa de la tierra, el eco-sistema y las comunidades indígenas a nivel mundial. En su muy esperado discurso casi finalizando la noche de gala de los Oscars, DiCaprio no dejó de mencionar su pasión por el ambiente. “El 2015 fue el año más caliente de la historia… el cambio climático es real, está pasando en este momento, es la amenaza más urgente contra nuestra especie y tenemos que trabajar de manera colectiva y dejar de aplazarlo”, dijo. Luego, el famoso actor declaró, “Necesitamos apoyar a líderes alrededor del mundo que no hablan en nombre de grandes corporaciones, pero quienes hablan por toda la humanidad, por los pueblos indígenas del mundo y por las miles de millones de personas que son más afectadas, por los hijos de nuestros hijos, y por aquellas personas cuyas voces han sido silenciadas por la política de la codicia”.
 Sus palabras invocaron, para mí, la imagen de Hugo Chávez, un líder que nació de la humildad del pueblo, honesto y con compasión y amor por toda la humanidad, quien no le tembló la mano a la hora de enfrentar a los más poderosos y peligrosos intereses a nivel mundial. Un hombre que levantó su voz en apoyo a los pueblos del mundo en contra de la desigualdad, la explotación, el despilfarro, la injusticia social y las guerras injustas, desafiando siempre a las élites y las trasnacionales que buscaban silenciarlo.
 El inmenso liderazgo de Chávez en Venezuela abrió el camino a otros grandes defensores de la humanidad y de la Madre Tierra, luchadores contra las injustas políticas del capitalismo que lograron, junto a sus pueblos, transformar a sus naciones con procesos democráticos y justos, como Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador.
 Chávez fue un ferviente defensor del planeta y de todos sus habitantes. En su famoso discurso en Copenhagen en la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas en 2009, el líder venezolano hizo eco de las grandes protestas anti-globalización, “No cambiemos el clima ¡Cambiemos el sistema! Y en consecuencia comenzaremos a salvar el planeta. El capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida, amenaza con acabar definitivamente con la especie humana”.
 Chávez tenía claro la real amenaza que representaban los impactos ambientales y la causa de los mismos, “El cambio climático es sin duda el problema ambiental más devastador del presente siglo, inundaciones, sequías, tormentas severas, huracanes, deshielos, ascenso del nivel medio del mar, acidificación de los océanos y olas de calor, todo eso agudiza el impacto de las crisis globales que nos azotan…Hablemos de la causa, no evadamos responsabilidades, no evadamos la profundidad de este problema, la causa sin duda, vuelvo al tema de todo este desastroso panorama es el sistema metabólico destructivo del capital y su modelo encarnado: el capitalismo”.
 Cito una última frase de su cargado discurso aquel diciembre del 2009 en el frío de Copenhagen, “Hasta cuándo, nos preguntamos desde Venezuela señor Presidente, señoras, señores, hasta cuándo vamos a permitir tales injusticias y desigualdades; hasta cuándo vamos a tolerar el actual orden económico internacional y los mecanismos de mercado vigente; hasta cuándo vamos a permitir que grandes epidemias como el VIH SIDA arrasen con poblaciones enteras; hasta cuándo vamos a permitir que los hambrientos no puedan alimentarse, ni alimentar a sus propios hijos; hasta cuándo vamos a permitir que sigan muriendo millones de niños por enfermedades curables; hasta cuándo vamos a permitir conflictos armados que masacran a millones de seres humanos inocentes, con el fin de apropiarse los poderosos de los recursos de otros pueblos. Cesen las agresiones y las guerras pedimos los pueblos del mundo a los imperios, a los que pretenden seguir dominando el mundo y explotándonos”.
 A que un actor de Hollywood utiliza un minuto ante las cámaras para recordar la importancia de actuar para frenar el cambio climático - lo cual es respetable - no es lo mismo que un mandatario, quien de paso lidera el país con las más grandes reservas del petróleo del planeta, lo denuncia en un foro mundial. Un líder quien además ya había sido víctima de un golpe de estado promovido desde Washington y múltiples otros atentados contra su gobierno y su vida.
 No fue solo por su discurso anti-capitalista, anti-imperialista y en pro a la humanidad que Hugo Chávez se convirtió en un blanco de poderosos intereses mundiales. Chávez actuaba para poner en práctica sus palabras, Chávez implementaba sus políticas, hacia realidad su visión. Retomó el control soberano de la industria petrolera de Venezuela, que aunque había sido nacionalizada en 1976 funcionaba como una empresa privada cuando él fue electo en 1998. Nacionalizó importantes empresas y sectores estratégicas que estaban en manos de trasnacionales, como la electricidad, la telefonía, y otros recursos naturales incluyendo las inmensas minas de oro y minerales que estaban siendo explotadas por corporaciones que causaban desastres ambientales y saqueaban la riqueza del país, dejando al pueblo en la pobreza y la miseria.
 Las políticas de Chávez mostraban que sí se puede encontrar un balance entre las necesidades sociales y la prosperidad económica. En sus años como presidente creó un gran sistema público para garantizar la salud, la educación, la vivienda, el trabajo y la alimentación, y a la vez, creció la economía, reapareció la clase media y expandió las relaciones internacionales con grandes socios comerciales como China y Rusia que aportaban tecnologías y productos importantes para el desarrollo del país. Venezuela estaba en un buen camino, a pesar de las amenazas permanentes que buscaban socavar y desestabilizar al gobierno, hasta que, de manera muy inesperada, Chávez falleció.
 Este 5 de marzo serán tres años desde la muerte de Hugo Chávez y ya Venezuela, y la región, es otra. En Argentina la derecha retomó el poder y el Presidente Mauricio Macri ha pactado con las mismas instituciones financieras internacionales que forzaron su país a la bancarrota hace 15 años. En Bolivia, una sucia campaña de la oposición financiada con millones de dólares de agencias estadounidenses logró impedir la posible reelección de Evo Morales en 2019, aunque las políticas del primer presidente indígena de ese país andino lo han mejorado de manera innegable en todos los ámbitos. En Ecuador, fuertes protestas respaldadas con financiamiento y asesoría externa frenaron la posibilidad de un nuevo mandato del muy popular y exitoso Presidente Rafael Correa. Y en Venezuela, una grave crisis económica, altos niveles de corrupción y descontento social, y una oposición re-potenciada y apoyada desde el exterior, amenazan con destruir la Revolución Bolivariana y el legado de Chávez. Todo lo que intentó lograr Washington durante la gestión de Hugo Chávez, hoy, en su ausencia, se está cumpliendo.
 El cáncer de lo cual padeció Chávez fue inusualmente agresivo y sospechoso, y cada día salen más evidencias sobre la clara posibilidad de que Chávez fue asesinado. Solo saber que uno de sus edecanes más cercanos durante años, quien estuvo a solas con él y quien le llevaba su comida, su café, su agua, hoy es un testigo protegido en Estados Unidos. Las acciones ocultas de Leamsy Salazar y su íntima colaboración con las agencias de inteligencia de Washington pronto se darán a conocer.
 Cuando Leonardo DiCaprio hizo su sorpresivo llamado para apoyar a los “líderes del mundo” que luchan por la humanidad, líderes que trabajan por sus pueblos y enfrentan las grandes trasnacionales y poderosos intereses, sentí alivio y a la vez tristeza. Por fin alguien con su plataforma masiva, que llega a miles de millones de personas alrededor del mundo de todos los sectores - sin importar su ideología política - jóvenes, adultos, todos. Por fin alguien con ese alcance reconoció la importancia de apoyar públicamente y masivamente a los presidentes que son del pueblo y luchan por el pueblo, líderes como Chávez, Evo, Correa, Maduro. Uno podría preguntarse, ¿por qué no lo dijo antes? ¿Por qué no manifestó su apoyo a esos liderazgos que han sufrido golpes y atentados contra sus gobiernos y sus vidas - acciones promovidas desde su país, Estados Unidos - justamente por sus posturas y acciones que desafían a la élite mundial? Bueno, de igual manera es importante hacerlo ahora. Nunca es tarde para unirse a la lucha por un mundo más justo.
 Martin Luther King Jr. declaró una vez, “Un hombre no mide su altura en los momentos de confort, sino en los de dificultad y controversia”. Irónicamente, esa frase también fue citada durante un discurso en los Premios Oscar.
 En Estados Unidos, una campaña presidencial en marcha está por definirse entre un loco racista billonario y la candidata de Wall Street y el Complejo Militar Industrial. En América Latina, de nuevo la agenda neoliberal intenta imponerse sobre la justicia social. Chávez ya no está, lo más probable es que fue asesinado, y ahora intentan asesinar su memoria, su legado. Una memoria que es nuestra, un legado que es de la humanidad. Puede ser que Washington cumplió su objetivo con la desaparición física de Hugo Chávez, pero no hay que entregar el bastón.
En momentos difíciles como estos es cuando hay que estar firmes y unidos, con la cara en alta, luchando para seguir adelante.