domingo, 31 de marzo de 2013

La Habana: cuna del Moncada. CEMENTERIO DE COLÓN (II)





Argentina Jiménez

Connotación especial en la gesta del Moncada  tiene el emblemático Cementerio Colón, en la capital cubana. Situada su entrada en la calle Zapata y 12, en el Vedado, en  este camposanto se conocieron el doctor Fidel Castro y Abel Santamaría -quien fuera el segundo al mando del asalto a la segunda fortaleza militar del dictador Fulgencio Batista-, en un acto efectuado en homenaje al obrero Carlos Rodríguez Rodríguez, asesinado durante del gobierno de Carlos Prío Socarrás -19481952-.
Según testimonio del combatiente del Moncada, Jesús Montané Oropesa, también expedicionario del yate Granma, quien presentó a ambos revolucionarios, muy pronto se estableció entre ellos una animada y amigable charla alrededor de los acontecimientos políticos en Cuba.
En esa ocasión, dijo Montané,  estuvimos de acuerdo en que algo  había que hacer para combatir al régimen dictatorial. Nos lamentamos de la inercia de algunos sectores de la llamada oposición que estaban demostrando una incapacidad manifiesta para presentarle un verdadero frente de combate a la tiranía. Se imponía la acción de la juventud, ante tanta politiquería y vacilaciones. En esa conversación ya despuntaba el líder –Fidel-  que organizara masivamente al pueblo en su lucha a muerte contra la tiranía.
Se imponía la acción de la juventud, precisó, ante tanta politiquería y vacilaciones.
 Al domingo siguiente de conocerse Fidel y Abel, este lo llevó en su carro  al pueblo de Colón, en la provincial occidental de Matanzas, para visitar a un médico amigo, Mario Muñoz, a fin de pedirle que construyera, en el menor tiempo posible,  dos plantas pequeñas de radio, para el trabajo clandestino en La Habana.
Uno de esos equipos sirvió para radiar un acto desde la escalinata universitaria y para que Fidel y otros compañeros lanzaran su verbo  exaltado contra el golpe de Estado de Batista, aun cuando solo se escuchaba a unos pocas cuadras desde donde estaba enclavada la planta.

PRADO 109
En la planta baja del edificio radicado en Prado 109,  en La Habana Vieja, estaba el Liceo Ortodoxo, donde se encontraban las oficinas nacionales del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), fundado por Eduardo R. Chibás, político honesto, cuya prédica era luchar contra la corrupción gubernamental.
Este lugar fue punto de contacto de un grupo de jóvenes, quienes junto a Fidel Castro Ruz, formaron parte de la génesis del Movimiento que se estructuró a partir del golpe de Estado, en 1952, de Fulgencio Batista.
De lo más radical de la Juventud Ortodoxa  se nutrió el movimiento revolucionario encabezado por Fidel para llevar a cabo sus planes de lucha armada, única vía para derrocar al gobierno de facto.


viernes, 29 de marzo de 2013

La Habana: cuna del Moncada: UNIVERSIDAD DE LA HABANA (I)






Según investigaciones realizadas, 158 sitios importantes de la ciudad de La Habana estuvieron vinculados a los preparativos o a la vida de participantes en los asaltos a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, capital de la provincia de Granma, en la zona oriental de Cuba, y fue la que más héroes, mártires y combatientes aportó a la significativa fecha.
 A propósito del aniversario 60  de la gesta del Moncada, nos referiremos a algunas casas natales; lugares donde estudiaron; trabajaron o hicieron entrenamientos; establecimientos donde adquirieron armas; puntos habituales de reuniones o contactos de los revolucionarios, y  de partida hacia  las acciones  del 26 de Julio de 1953, radicados en 12 de los 15 municipios de la capital, que conforman actualmente el territorio habanero.
En el  aula magna, sótanos bajo la escalinata, azoteas de las facultades de Ciencias y Derecho, terrenos de Agronomía en la Quinta de los Molinos, estadio universitario y otras dependencias de la casa de altos estudios, sirvieron de entrenamiento a miles de personas con el objetivo de prepararse para la lucha.
Aquellas prácticas en la colina -como también se conoce a la Universidad de La Habana-, iba un sinnúmero de hombres  de diversas organizaciones, estudiantes agrupados en la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), integrantes del Movimiento Nacional Revolucionario (MNR), jóvenes reclutados en el Liceo Ortodoxo, entre otros, incluidos algunos  agentes del Servicio de Inteligencia Militar del dictador Fulgencio Batista, infiltrados entre aquel innumerable personal.
Las prácticas consistían en arme, desarme y manejo de armas; posiciones de tiro de fusil y lanzamiento de granadas; tirarse en el suelo; arrastrarse con armas, ejercicios de defensa personal, todo esto en seco, porque allí no podían dispararse armas. En un principio la intención de  quienes participaban era de ser útiles en la batalla que aún solo tenía como objetivo derrocar al dictador Fulgencio  Batista.
Quienes fueron escogidos para integrar el grupo de revolucionarios que irían al asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, afirman que Fidel Castro tenía bien concebida las características de la lucha que se avecinaba.

miércoles, 27 de marzo de 2013

ESTAMPAS DE MI CIUDAD DE LA HABANA








Argentina Jiménez

Magia inexplicable: todo el que llega a la capital cubana se enamora de ella. De su arquitectura colonial en la parte antigua; de sus calles bulliciosas, siempre llenas de gente; de los niños jugando donde quiera sin peligro alguno. El lente fotográfico accionado a cada paso para llevarse el recuerdo de una foto en la escalinata del Capitolio Nacional, o junto al Caballero de París a la entrada del Convento de San Francisco de Asís, con su plazoleta salpicada de palomas, en La Habana Vieja, donde exhibe su belleza la bahía habanera, con su lanchita que la cruza en su ir y venir a Regla y Casablanca y  viceversa. En ese punto frente al mar puede observarse el Castillo de San Carlos de la Cabaña. Desde allí se escucha más cercano el cañonazo de las nueve disparado cada noche, en ceremonia inolvidable devenida  tradición.
  Si andan por  el Vedado se llevan imágenes de Don Quijote de la Mancha, en una visión fantasmagórica, como sus adorables locuras, en la intersección de las calles 23 y J, o el edifico más alto de Cuba, el FOCSA, próximo al Malecón, lugar preferido, aun en los días del invierno cubano, cuando una ola puede bañar a tantos que allí se atreven a ir a disfrutar  del entorno folclórico que ofrece –también en verano- acompañados   de la melodía subyugadora del mar chocando contra los arrecifes como telón de fondo. ..
Poetas, compositores, pintores, escritores le han dedicado jirones de su corazón  a la ciudad llave del nuevo mundo, como fue llamada siglos atrás; la que a pesar de magulladuras es destino inigualable de nacionales y foráneos que la visitan. Y no solo por su belleza y encantos, su cielo azul y el verdor de sus plantas, sino por su pueblo amable, alegre, solidario…
Es la cuna de José Martí, el Apóstol de la independencia de Cuba, cuya impronta se encuentra en muchos sitios de una urbe que alberga a más de dos millones de personas representativas del ajiaco criollo, como  llamó el ilustre Fernando Ortiz al conjunto de colores de la piel   de los cubanos, que viven orgullosos de vivir en La Habana, y al igual que  Fayad Jamis afirman:
Si viví un gran amor fue entre tus calles,/si vivo un gran amor tiene tu cara,/ciudad de los amores de mi vida,/mi mujer para siempre sin distancia./Si no existieras yo te inventaría,/mi ciudad de La Habana.
























miércoles, 13 de marzo de 2013

Soñador de esperanzas



  Argentina Jiménez
Preservar la memoria histórica es afianzar las raíces que siempre hay que mantener vivas porque constituyen la savia de las tradiciones que alimentan el espíritu de una generación tras otra. ¿Qué sería de un pueblo sin historia? Y la cubana es tan rica que ha perdurado a través de los tiempos y en particular desde que nacimos como nación.
Hoy nos acercamos a una figura emblemática de las luchas estudiantiles de los últimos años de la neocolonia pues en momentos como los que vive la patria vale destacar su pensamiento y acción, tan vigente como si estuviera –de hecho está- entre nosotros: José Antonio Echeverría, quien cayó en enfrentamiento armado con la policía el 13 de marzo de 1957, después de la toma de Radio Reloj. Esta acción era simultánea con el asalto al Palacio Presidencial por otro grupo de combatientes.
Para ello acudimos al Profesor de Mérito de la Universidad de La Habana, combatiente del llano y de la Sierra Juan Nuiry Sánchez, para que nos hable, no de la desaparición física del líder universitario, sino de cuando tomó posesión como presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), el 30  de septiembre de 1954, hecho del cual fue  testigo.
-Descríbanos la situación en Cuba cuando tiene lugar ese acontecimiento.
-Era un momento crucial contra la dictadura de Fulgencio -Batista. En 1953 había ocurrido el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, después el juicio de Fidel Castro por ese suceso y ya  circulaba por las calles La historia me absolverá, su alegato de autodefensa. O sea, que ya Fidel había trazado una línea, la insurreccional, y ese documento era el programa de la Revolución.
“Batista quiere de todas maneras oficializar el mandato de facto y hacer unas elecciones el primero de noviembre de 1954, y es entonces cómo el pueblo y José Antonio se enfrentan no solo a la dictadura, sino a la vieja política,   y por eso había que combatir en dos direcciones: a la tiranía y a la politiquería reinante.
“En su discurso patrañero Batista planteó que si ganaba las elecciones restituiría inmediatamente la Constitución de 1940 y le daba la libertad a los presos políticos, pero cuando tomó posesión el 24 de febrero de 1955 dijo que él había dicho amnistía política, pero no para los “moncadistas”. Y eso no lo aceptó el pueblo y fue la posición de Echeverría. Por eso digo que entre Fidel y José Antonio hay una compenetración muy grande, se complementan. Y la liberación de esos compañeros fue el resultado de una lucha muy grande en tal sentido que ganó el pueblo de Cuba.
¿Qué significación le atribuye a que José Antonio asumiera la presidencia de la FEU?
-Ante todo hablamos de cómo en su constante fluir las fechas universitarias   se unen y por eso la tradición es tan fuerte, y es ese el simbolismo  de que el 30 de septiembre de 1954 Fructuoso Rodríguez, también dirigente de la FEU,anunciara en el  parque Eloy Alfaro, en el  acto conmemorativo por el aniversario   34 de caer  herido de muerte en una manifestación en ese lugar el mártir estudiantil Rafael Trejo, que José Antonio ocuparía la presidencia de esa organización.  Este es un momento histórico porque indudablemente su personalidad era necesaria entonces.
-Refiérase al pensamiento martiano del líder estudiantil.
- Él habla de Martí en  discursos  y en su Testamento Político en los cuales se ve su proyección martiana y antiimperialista. Y te diría más,  la tradición del movimiento estudiantil en Cuba desde el principio de la neocolonia es un pensamiento martiano y antiimperialista. No conozco ningún personaje importante de la tradición universitaria que no fuera martiano y antiimperialista.
“A Martí los cubanos lo llevamos en la sangre. A veces pienso cómo un hombre que murió a tan corta edad, pudo haber hecho tanto, pudo tener un pensamiento tan profundo en todas las ramas ¡y con qué estilo! Dice mucha gente que el hombre es su estilo, pero es que el estilo de Martí es único. Fidel lo calificó como el más universal de los cubanos.”
Usted ha dicho que José Antonio vivió como murió, peleando… Una última reflexión.
-A veces pensamos ¿cómo pudo abarcar tantos aspectos en tan breve período de su vida?, período  difícil y complejo. En toda aquella etapa no solo radicaliza la lucha,  sino está al frente de cada actividad, con una visión integral y definida de cada tarea. Era unitario  y se identificaba plenamente con Fidel.
“Al aludir a un hecho tan  significativo  como el de la toma de posesión de José Antonio como presidente de la FEU, me viene a la mente una imagen: al observar entre los miles de estudiantes que en cada curso escolar acuden alegres y seguros a las aulas de la enseñanza superior, me parece ver entre esa multitud el rostro y sentir la presencia de aquel inolvidable amigo y compañero, soñador de esperanzas.”

lunes, 11 de marzo de 2013

Fructífero el 1er. Taller Territorial "Los medios y las redes sociales"




En el 1er. Taller Territorial "Los medios y las redes sociales", de la región occidental de Cuba (Pinar del Río, Mayabeque, Artemisa, Isla de la Juventud, La Habana y Matanzas), conocimos a muchos colegas, intercambiamos acerca del trabajo de los blogueros de esas provincias, sus experiencias y aspiraciones, aprendimos con las intervenciones de los ponentes, y nos llevamos el sentir de cuánto aún queda por avanzar en este importante camino.En fin, resultó una jornada muy fructífera.


sábado, 9 de marzo de 2013

CHÁVEZ GALOPA HACIA EL FUTURO



 











Quién dices que no estás/ si yo te siento/
si te oigo hablarle al pueblo/como siempre/
Que te responde/
aquí estoy Presidente/
 la Patria Grande/
construyendo
Siguiendo tus pasos de gigante/
para alcanzar la cima/
Trabajando/
por el mundo que quieres/
para los pobres de tu tierra/
Para que no haya niños/ sin escuelas/
Para que crezcan sanos y robustos/
Para que  América toda/
sea un haz luminoso/
de pueblos redimidos/
poderosos/Unidos/
como lo soño Bolívar/
Como lo soñó Martí/
Como lo quiere Fidel/
Como lo quieres tú/.
Con tu espada invencible/
ganando batallas/
andas con la bandera/
enhiesta a toda prueba/
"Matando canallas"/
Hacia el futuro
Hacia el futuro.

jueves, 7 de marzo de 2013

La Protesta de Baraguá


          
Argentina Jiménez
Como “una de las más extraordinarias proezas patrióticas de nuestras guerras de independencia de nuestros combatientes revolucionarios”, calificó Fidel Castro la Protesta de Baraguá protagonizada por el mayor general Antonio Maceo, el 15 de marzo de 1878.
 Ese día, en Mangos de Baraguá, en el oriente cubano, tuvo lugar la entrevista del mayor general mambí y Arsenio Martínez Campos, teniente general colonialista, quien acudió a la cita con la idea de lograr los planes de pacificación de España, en momentos cuando la Guerra de los Diez Años -1868-1878- llegaba a su fin. Pensó, equivocadamente, que la misión le sería fácil. Mas, se enfrentó a la intransigencia patriótica de quien se mantuvo firme en sus convicciones libertarias y se propuso continuar la contienda hasta alcanzar los objetivos por los cuales llevaban una década de lucha: la independencia y la abolición de la esclavitud.
En esta ocasión  Maceo no permitió  la lectura de las bases del Pacto del Zanjón, pues este no contemplaba los dos propósitos mencionados y le reafirmó al general español la decisión y el compromiso de volver al campo de batalla para conquistar la libertad y la dignidad de los cubanos con el filo del machete insurrecto.
Sin embargo, la realidad se impuso. El campo revolucionario, a lo largo de los diez años,  estuvo minado por hechos y situaciones que afectaron la causa liberadora. Hubo falta de unidad, indisciplinas, oportunismos e intrigas políticas, regionalismo, actitudes racistas  y contradicciones entre el poder civil y el militar, así como entre el Gobierno en Armas y la Cámara de Representantes. Lo anterior, entre otros factores, condujeron al Pacto del Zanjón.
Los aspectos mencionados ya habían debilitado a las fuerzas insurrectas y el enemigo arreció su ofensiva. “Es en esos instantes –en los instantes de la paz del Zanjón, que puso fin a aquella heroica guerra-, dijo el líder revolucionario Fidel Castro en La Demajagua el 10 de Octubre de 1968, es cuando emerge con toda su fuerza y toda su extraordinaria talla, el personaje más representativo del pueblo, el personaje más representativo de Cuba en aquella guerra,  venido de las filas más humildes del pueblo, que fue Antonio Maceo”.
Más adelante señala Fidel que en la histórica Protesta de Baraguá, el Titán de Bronce, como se llama también a Maceo,  expresó “el espíritu más sólido y más intransigente de nuestro pueblo”, el que aun en las peores circunstancias aflora en toda su magnitud, y que en los momentos actuales que vive Cuba es necesario que reafirme esa inveterada característica para poder continuar llevando adelante la Revolución.

                           

LA HABANA, CUNA DE LA EPOPEYA DEL MONCADA


               LA               
Argentina Jiménez    

            La Habana atesora decenas de lugares  donde compartieron ideales, sueños esfuerzos y  sacrificios,  héroes, combatientes y mártires, valiosos compañeros que hoy no están físicamente, porque además de ofrecer todo cuanto podían por la causa revolucionaria, dieron su propia vida en las acciones que comenzaron la fase final del proceso de liberación nacional: el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
En los días de la organización y preparación de esas acciones, las calles y más de cien sitios de la capital cubana reverberaban con el entusiasmo de los jóvenes de la Generación del Centenario, como les llamó Raúl Gómez García, uno de los que se inmoló “en aras de la patria agradecida”, aquel 26 de Julio de 1953, quien tenía su domicilio en una vivienda de Santos Suárez, municipio de Diez de Octubre.
Estos espacios y muchos otros, eran casas natales o de estudio, centros de trabajo, hogares que sirvieron a los revolucionarios para establecer contactos, esconder a alguien perseguido,  hacer reuniones clandestinas  u otras  disímiles tareas relacionadas con los preparativos de la gran gesta.  
Se cuentan entre ellos, Prado 109, donde empezó a vertebrarse la unidad de esas fuerzas llenas de ilusiones;  la Universidad de La Habana y el local de la Federación Estudiantil Universitaria, devenido espacio de entrenamiento militar; el Parque Central bajo la mirada atenta del Héroe Nacional José Martí, a quien los futuros moncadistas no dejaron morir en el año de su centenario.
 Figuran también  el parque Trillo, desde donde partieron  para Santiago de Cuba, donde radicaba el Moncada, la segunda fortaleza militar del régimen batistiano, integrantes  de la célula –grupo- del Movimiento 26 de Julio en el barrio de Cayo Hueso, municipio de Centro Habana; el vara en tierra  situado  en la finca El Globo, en Calabazar, Boyeros, lugar escogido para  guardar algunos de los uniformes y las armas empleadas en el asalto, y también  en esa barriada, en una cañada muy cerca del domicilio del asaltante al Moncada, Pedro Trigo, se hicieron prácticas de tiro, al igual que en una casa  alquilada para el mismo propósito en San Francisco de Paula –actualmente municipio de San Miguel del Padrón-, que  aún conserva huellas de los impactos de bala en una pared del garaje.
Enclavada en un sitio céntrico del Vedado capitalino estaban la vivienda de Abel Santamaría y su hermana
Haydée, devenida cuartel general del naciente
 movimiento revolucionario, encabezado por  el
joven abogado  Fidel Castro, y la de Melba Hernández,
 y de sus padres, que tanto ayudaron a la lucha contra el tirano Batista.
Mucho se hizo allí para que viera la luz
 el alegato de autodefensa de  Fidel Castro en el juicio por los sucesos del Moncada,La historia me absolverá, y
 sirvió además como sitio de reuniones,
acuartelamientos, depósitos de armas, taller de
confección de uniformes y uno de los puntos de
concentración para partir hacia Santiago de Cuba y
Bayamo, ciudad también del oriente cubano, donde se encontraba el cuartel Carlos Manuel de Céspedes..
De la capital salieron la mayoría de los asaltantes al cuartel Moncada  y al Carlos Manuel de Céspedes; muchos de esos lugares  todavía existen en La Habana, una de las ciudades más vinculadas a los hechos ocurridos  el 26 de julio de 1953.

martes, 5 de marzo de 2013

CHÁVEZ, SIEMPRE !PRESENTE!



Inmenso el dolor por tu pérdida, Chávez. Dejas un vacío difícil de llenar. Cuando caen los héroes, suben al pedestal más alto de la historia. Ya habías entrado a la historia porque estuviste siempre junto al pueblo, luchaste por él, le devolviste la fe y confianza en que era posible un mundo mejor. Ahora, convertido en símbolo y ejemplo, ese pueblo seguirá el camino que le enseñaste, el de la libertad y la dignidad. Como pediste el 8 de diciembre, tu pueblo se unirá más porque así lo necesita. Los enemigos acechan. UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD, es la palabra de orden, y esa orden se la diste, conocedor de cuánto quisiera el enemigo destrozar las conquistas de los venezonales bajo tu conducción.  Cuba, hermanada con Venezuela en el mismo combate y contra el imperialismo yanqui, no te olvidará. Los cubanos no olvidaremos tu firmeza, claridad, amistad, solidaridad, convencimiento de la verdad y la justicia, tu amor, alegría de vivir. Luchaste sin denuedo por la vida. No fue posible. Pero aunque no estás ya físicamente, tus proyectos lo seguirá tu pueblo, y seguirás viviendo en cada obra de la Revolución Bolivariana.

          !HASTA LA VICTORIA SIEMPRE, CHÁVEZ!

!HONOR Y GLORIA AL COMANDANTE HUGO CHÁVEZ FRÍAS!

                                            !VIVA CHÁVEZ!

LIBEREN A LOS CINCO ANTITERRORISTAS CUBANOS

Hoy día 5 y todos los días continuaremos exigiendo la liberación de René González, Gerardo Hernández, Fernando González, Antonio Guerrero y Ramón Labañiño, los cinco patriotas cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos. No cejaremos en la lucha por su regreso a Cuba, junto a sus familiares y su pueblo. El mundo bueno reclama su libertad, crecen las acciones solidarias con ese objetivo. Elevemos nuestras voces más alto que antes para decirle a Barack Obama que él tiene potestad para dejarlos libres.

lunes, 4 de marzo de 2013

JOSÉ ANTONIO ECHEVERRÍA: UN LÍDER EXTRAORDINARIO




                                                             
                                      Y mi voz que no es más que un murmullo en el
                                      pueblo de Cuba, pronto se convertirá en el grito
                                      de redención  que anhela el pueblo cubano.


                                                                               José Antonio Echeverría                                                                                             
                                    
 Argentina Jiménez
El movimiento estudiantil cubano desempeñó un papel de vanguardia en las luchas contra la dictadura de Fulgencio Batista a partir del año 1952. El alma de sus innumerables contiendas: protestas, proclamas, manifestaciones, enfrentamientos…fue, sin duda alguna, José Antonio Echeverría, quien llegó a ser, por el prestigio ganado, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y secretario general del Directorio Revolucionario (DR).
 A propósito de celebrarse el 13 de marzo de 2013 el aniversario 56 del asalto al Palacio Presidencial y a la emisora Radio Reloj, en la capital cubana, hito destacado en la historia de la Isla en la última etapa de lucha por su independencia, reflejamos cómo lo valoraban en aquellos tiempos sus compañeros de estudio y de lucha, opiniones que lo retratan en toda su dimensión como ser humano, político y combatiente revolucionario.
En aras de la brevedad, no reproducimos textualmente todos los criterios, sino lo esencial de los testimonios.
 En todo el proceso que va del 52 al 54 José Antonio comienza a destacarse como una figura sobresaliente en el movimiento estudiantil./El 15 de enero de 1953 emerge como el dirigente principal en el combate universitario al situarse al frente de una impetuosa manifestación hasta el Palacio Presidencial./ Era tan singular que solo se parecía a él. Se propuso combatir al gobierno tiránico de Batista, y se convirtió en el líder indiscutible del estudiantado y llegó a ser una figura nacional.
 Tenía un carácter muy fraternal, siempre dispuesto a darse a los demás. Cuidaba más a sus compañeros del peligro que a él mismo. Disponía de una gran serenidad para enfrentar  los momentos más difíciles./ Era un hombre despojado de  todo tipo de ambición y de todo tipo de aspiraciones./José Antonio siempre salía al frente de las manifestaciones y si tenía que fajarse a piñazos se fajaba./ Ya como presidente de la FEU se traza el firme propósito de oponer la organización a la tiranía para lo cual se mueve constantemente, haciendo contacto con los factores más positivos que luchan contra el régimen.
 Al elevarse la represión contra las manifestaciones estudiantiles Echeverría decide aplicar una fase superior en la radicalización   de la acción de las masas introduciendo la defensa armada./…convencido de que no había nada que esperar de los “elementos políticos”, comienza a dar los primeros pasos en la formación del Directorio Revolucionario./ El 2 de diciembre (de 1955) hace un discurso muy fogoso en la FEU. Y ya al finalizar, toma la bandera cubana, enarbolándola, y arenga a los estudiantes para salir en manifestación, diciéndoles : !A la calle, síganme!
 El factor aglutinador era José Antonio…, era muy querido por todos y el primero en todo. Era muy valiente, tenía mucha autoridad, porque se la había ganado. Fue un líder extraordinario./Pocos jóvenes a esa edad pensaban con esa proyección y esa profundidad./ Era el jefe militar de todo el levantamiento armado del 13 de marzo y el líder político máximo de aquel movimiento por ser el presidente de la FEU y secretario general del Directorio Revolucionario.
 Del apartamento desde donde partieron  hacia la emisora Radio Reloj,  José Antonio sale tal cual era y con el arma en la mano./ Ese día  se transforma, cuando se tira de la máquina está rojo, excitado. Su llegada a la CMQ fue un espectáculo, porque la gente sabía que cuando él llegaba  a cualquier lugar, seguro había combate./ Iba a la vanguardia./ Después de la alocución radial él dijo:  “Ya yo puedo morirme tranquilo. Vámonos”.
 En las calles M y 27, Vedado, había unos cuantos estudiantes a los que Echeverría arenga y les grita que vayan para la escalinata (de la Universidad de La Habana)./ En la esquina de la misma Colina –así se llama a ese centro de altos estudios) se produce el choque con una perseguidora (carro patrullero ), al chocar, ellos dan marcha atrás y abren las puertas. Él, con ese ímpetu, con ese valor extraordinario, parte solo para arriba de la perseguidora, se abalanza sobre la puerta y le da un tiro al chofer. Inmediatamente cae al piso, se incorpora para seguir tirando, pero una ráfaga lo fulmina. Ese combate  lo libra él prácticamente solo./El Gordo – uno de sus apodos- cayó como un valiente./ José Antonio, cuando cae, tiene un pensamiento consecuente, unitario e insurreccionalista, que son rasgos estratégicos de su lucha.
        
(Testimoniantes: Faure Chomón Mediavilla, Enrique Rodríguez Loeches, José Assef –El Moro-, René Anillo Capote, Antonio Guevara,  Julio García Oliveras, Fructuoso Rodríguez) Tomados del libro Asalto, de Miriam Zito).