domingo, 31 de marzo de 2013

La Habana: cuna del Moncada. CEMENTERIO DE COLÓN (II)





Argentina Jiménez

Connotación especial en la gesta del Moncada  tiene el emblemático Cementerio Colón, en la capital cubana. Situada su entrada en la calle Zapata y 12, en el Vedado, en  este camposanto se conocieron el doctor Fidel Castro y Abel Santamaría -quien fuera el segundo al mando del asalto a la segunda fortaleza militar del dictador Fulgencio Batista-, en un acto efectuado en homenaje al obrero Carlos Rodríguez Rodríguez, asesinado durante del gobierno de Carlos Prío Socarrás -19481952-.
Según testimonio del combatiente del Moncada, Jesús Montané Oropesa, también expedicionario del yate Granma, quien presentó a ambos revolucionarios, muy pronto se estableció entre ellos una animada y amigable charla alrededor de los acontecimientos políticos en Cuba.
En esa ocasión, dijo Montané,  estuvimos de acuerdo en que algo  había que hacer para combatir al régimen dictatorial. Nos lamentamos de la inercia de algunos sectores de la llamada oposición que estaban demostrando una incapacidad manifiesta para presentarle un verdadero frente de combate a la tiranía. Se imponía la acción de la juventud, ante tanta politiquería y vacilaciones. En esa conversación ya despuntaba el líder –Fidel-  que organizara masivamente al pueblo en su lucha a muerte contra la tiranía.
Se imponía la acción de la juventud, precisó, ante tanta politiquería y vacilaciones.
 Al domingo siguiente de conocerse Fidel y Abel, este lo llevó en su carro  al pueblo de Colón, en la provincial occidental de Matanzas, para visitar a un médico amigo, Mario Muñoz, a fin de pedirle que construyera, en el menor tiempo posible,  dos plantas pequeñas de radio, para el trabajo clandestino en La Habana.
Uno de esos equipos sirvió para radiar un acto desde la escalinata universitaria y para que Fidel y otros compañeros lanzaran su verbo  exaltado contra el golpe de Estado de Batista, aun cuando solo se escuchaba a unos pocas cuadras desde donde estaba enclavada la planta.

PRADO 109
En la planta baja del edificio radicado en Prado 109,  en La Habana Vieja, estaba el Liceo Ortodoxo, donde se encontraban las oficinas nacionales del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), fundado por Eduardo R. Chibás, político honesto, cuya prédica era luchar contra la corrupción gubernamental.
Este lugar fue punto de contacto de un grupo de jóvenes, quienes junto a Fidel Castro Ruz, formaron parte de la génesis del Movimiento que se estructuró a partir del golpe de Estado, en 1952, de Fulgencio Batista.
De lo más radical de la Juventud Ortodoxa  se nutrió el movimiento revolucionario encabezado por Fidel para llevar a cabo sus planes de lucha armada, única vía para derrocar al gobierno de facto.


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