lunes, 5 de enero de 2015

Huelga general revolucionaria: una batalla decisiva




Argentina Jiménez
La acción de las masas estuvo siempre en la estrategia de lucha del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la toma del poder.
  Al fiscal en el juicio por el ataque a la fortaleza del Moncada, le enumeró las razones que asegurarían el triunfo del asalto, la primera: “Porque teníamos la seguridad de contar con el pueblo”.
 Ya en México, el 2 de agosto de 1955, en carta dirigida a sus compañeros de lucha, les indica el contenido que debe tener el segundo manifiesto a la nación. Plantea: “(…) lanzaremos las primeras consignas de insurrección y huelga general…”. En noviembre del mismo año, en un mitin en el teatro Flagger de Miami, vuelve sobre el mismo tema:  “(…) Podemos decir también la estrategia a desarrollar: insurrección secundada por una huelga general revolucionaria organizada desde abajo…”. Tal era su confianza en las reservas morales del pueblo.
  Mientras se ponía en ejecución el intento de golpe de Estado en la fortaleza de Columbia, el primero de enero de 1959, para frustrar el triunfo de la Revolución, y las tropas de Fidel y del comandante Juan Almedia Bosque, avanzaban sobre la ciudad de Santiago de Cuba, en el oriente de la Isla, entraba en juego el aporte decisivo de la clase obrera y el pueblo: la huelga general que desmoronaría de un porrazo la conjura ideada por el imperialismo yanqui, ejecutada por sus marionetas en el ejército tras la huida del tirano de Fulgencio Batista, en horas de la madrugada de ese día.
 En el aniversario 15 de la emisora Radio Rebelde, el líder de la Revolución cubana afirmaría: “Es indiscutible que ellos no se percataron del enorme salto de calidad que en los últimos cinco meses de la guerra dio el Ejército Rebelde”.
También desde meses antes el movimiento sindical venía tomando medidas para cuando llegara el instante de actuar.
El Frente Obrero Nacional Unido (FONU)  formado por todas las organizaciones sindicales opuestas al dictador, entre estas las del 26 de Julio y el Partido Socialista Popular (comunista),  representó  un instrumento de lucha muy amplio, unitario, que desempeñó un papel fundamental en la consecución de la victoria.
Por eso, cuando desde la ciudad de Palma Soriano, cercana a Santiago de Cuba, el mismo primero de enero se proclamó la Huelga General, todos los trabajadores la acataron y el país completo quedó paralizado. Precisaría Fidel también en la conmemoración de la emisora: “Ese fue un factor político, un factor psicológico determinante en el desenlace final de los acontecimientos”.
Con igual objetivo trabajó Frank País, jefe nacional de Acción del Movimiento 26 de Julio,  quien especificaba que se había logrado vertebrar una organización obrera “con bastante independencia económica y propagandística”; en igual sentido lo hacía Raúl Castro Ruz, actual Presidente de la República de Cuba, en mayo de 1957, ocasión en que advertía a los responsables del M-26-7 la necesidad de ahondar en la tarea entre los obreros, y menos de dos meses después escribía a Fidel: “Ahora la situación ha cambiado, se ha visto que la huelga general es posible, que es necesaria, que es tan importante trabajar en esto como en acción, y se ha hecho”.
 Madura estaban las condiciones para poner en acción a la clase obrera en los albores de enero de 1959. De tal manera no resultó difícil movilizar a los trabajadores. Desde meses  anteriores se venía preparando la huelga revolucionaria. Ante las nuevas circunstancias, Fidel valoró el papel que podían desempeñar los estudiantes en esos momentos y orientó a los dirigentes de la FEU integrantes del Ejército Rebelde, Juan Nuiry y Omar Fernández, transmitir una alocución el primero de enero de 1959 a través de Radio Rebelde.
 En una de sus partes decía el mensaje: “La Revolución no ha terminado (…) No aceptamos ningún golpe militar que le escamotee al pueblo su victoria(…) Los estudiantes y el pueblo más unidos que nunca junto al Ejército Rebelde, hasta lograr la victoria definitiva de la Revolución cubana”.
Daba así sus frutos la labor desarrollada en la base, el empeño de unir por arriba y por abajo. En aquel primero de victoria los trabajadores se alían en un haz monolítico con el Ejército Rebelde y su Comandante en Jefe, cuando intentaron robarles el triunfo a los libertadores.
 La reacción chocó de lleno con una masa obrera organizada, dispuesta a apoyar a los combatientes de la sierra y el llano en la batalla decisiva.
El 4 de enero de 1959, desde la ciudad de Camagüey, habló el Comandante en Jefe: “Asegurado el triunfo en todos el país, controlados todos los mandos militares de la nación por la jefatura revolucionaria (…), restablecidos  en la República la libertad y el poder civil con toda plenitud, solicito a los líderes obreros y de todos los trabajadores, así como de las clases vivas, el cese de la huelga general revolucionaria que culminó en la más hermosa victoria de nuestro pueblo.”

Fuente: La toma del poder. Tomás Toledo Batard. Ciencias Sociales 1989.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Rubén Martínez Villena: para todos los tiempos



         
Por: Argentina Jiménez


No podía imaginar el futuro dictador Gerardo Machado que aquel niño al que escribió y elogió por su  civismo en la Escuela 37 del Cerro, pasado el tiempo sería el mismo que le endilgaría el epíteto que acompañó su figura por siempre a lo largo de la historia: Asno con garras.
 Veinteañero ya, Rubén Martínez Villena –Alquízar, 20 de diciembre de 1899) ancló en medio de los males de una República con enmienda, motivo de la frustración y la apatía del pueblo, traicionado en sus anhelos de libertad plena por la intromisión yanqui en los destinos del país.
   En esa edad brotaron las primeras inquietudes que, paulatinamente, despertarían del letargo a las masas irredentas.
 Nacido en el ocaso del siglo XIX, cuando la ocupación norteamericana opacó todo vestigio de soberanía, por sus ojos límpidos, azules, a veces verdiazules, emanaban fulgores cuando lo azotaba el contento o la ira.
Descollante, sin pretenderlo, en todas las etapas: primaria, el instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, y la Universidad, donde comenzó a gestarse en su conciencia “las premisas de su gran salto al futuro”, al decir de Raúl Roa.
Poeta de encendidos versos,  apenas de amor y muchos de rebeldía, es más conocido en esta faceta que por su prosa, arma afilada  puesta al servicio de la mejor causa: erradicar de raíz cuanto dañaba el normal desarrollo de la vida económica, política y social del país. A esa lucha dedicó alma y energías.
Hitos importantes señalan su trayectoria revolucionaria, como la Protesta de los Trece,  por el espurio negocio de la compraventa del Convento de Santa Clara. Nadie dijo nada. Solo él. A causa de levantar su voz, acusado de injuria, traspasó por vez primera las rejas de la cárcel. De entonces data aquel verso suyo tan conocido: Hace falta una carga para matar bribones…
El pueblo se percató enseguida de la talla de ese hombre de figura delgada y portentosa voz, que denunciaba los desmanes del régimen imperante.
Al conocer a Mella fueron como viejos amigos desde el instante en que se conocieron. Por defenderlo y lograrse su excarcelación, cuando en huelga de hambre peligraba su vida, signó su sentencia de muerte cuando, tras escuchar los improperios  de Machado contra el fundador de la Universidad Popular José Martí y del primer Partido Comunista, a los cuales se adhirió, le espetó en su cara una frase lapidaria:“!(…)este no es más que un bárbaro, un animal, un salvaje, una bestia…,¡Un asno!...!Un asno con garras!...”. Tuvo que  exiliarse.
En la medida que transcurría el tiempo y la situación del país se hacía más intolerable por el injerencismo yanqui y los crímenes del régimen machadista, Villena profundizaba en el sentimiento antiimperialista. Dañado ya por la tuberculosis, no cejaba en el combate por una sociedad mejor, hasta la huelga general que derrocó al tirano, de la cual fue su conductor y héroe, con un pulmón de menos y el otro destrozado.
(…)“desde un cuartito humilde, sobre una cama revuelta, perseguido de cerca por los esbirros del machadato  y los pistoleros de la ABC, sofocado y febril, moribundo a momentos, él dirigió con mente lúcida y voluntad de acero el formidable movimiento”, describiría Raúl Roa.
 A su esposa había escrito desde la Unión Soviética, donde se recuperaba de su dolencia: “(…) Últimamente ha descubierto un médico que tengo “amigdalitis hipertrófica”, acaso sea de lo mucho que he hablado en mi vida. Pero todavía tengo esperanzas de hablar más. Y de volver allá para seguir la lucha”. Tal era su sueño. Así sería.
 La última vez que habló, apenas un susurro, pues la enfermedad le había estrangulado la voz, fue al despedir las cenizas de Mella. A la multitud de pueblo presente sentenció: “Camaradas, aquí está, sí, pero no en ese montón de cenizas, sino en este formidable despliegue de fuerzas”.
 En una noche fría de enero de 1934, bañada por la luz de la Luna, exactamente el día 16, se apagó Rubén, el dirigente comunista e intelectual revolucionario, pero dejó una estela de permanente vigencia, aún más en los tiempos actuales que vive Cuba.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

Doctora cubana disertó sobre atención primaria de salud



La doctora cubana Eva Josefina Quintero Fleites disertó hoy (12 de noviembre) en el salón de acuerdos de Casa de Gobierno para todos los agentes de Salud de la Provincia La Pampa, y a pedido del Gobernador Oscar Mario Jorge, sobre "La Estrategia de la Atención Primaria de la Salud y el Programa del Médico y la Enfermera de la Familia en Cuba". 
En esta presentación estuvo el ministro de Salud, Mario González, quien agradeció a los profesionales por su presencia y manifestó que el Gobernador de la provincia creyó oportuna la disertación de la doctora ante su vasta experiencia en la Atención Primaria de la Salud. "Lo cual -manifestó- siempre ha sido el eje de nuestra gestión y es donde más hincapié hacemos, con lo cual estamos permanentemente tratando de llegar a la comunidad con todas las herramientas posibles y además buscando solucionar las dificultades que surgen a diario".
En ese sentido el Ministro mencionó que una de ellas es la falta de médicos generalistas en localidades de la provincia y sobre este tema manifestó que coincidentemente está también de visita aquí y en la mencionada disertación, el consejero Comercial y Económico de Cuba, Jorge Risquet Valdés Jiménez, con quien se está trabajando en la posibilidad de conseguir médicos cubanos que vengan a la provincia, "por ello seguimos avanzando en ese tema en el cual hay cuestiones a resolver relacionadas con las habilitaciones y las matrículas, pero seguimos trabajando esperando llegar a buen puerto".
Al ser consultado por la prensa sobre las posibilidades que ofrece la provincia La Pampa para ello, González manifestó "estamos muy bien, los sueldos que hoy tenemos en la provincia, traducidos a dólares, son más altos que los de otros países en los cuales los médicos cubanos también se desempeñan, por ejemplo Brasil".
Luego reiteró que las tratativas tienen como tópico más importante la posibilidad de radicar médicos generalistas en el interior de La Pampa, "pero también hablamos de ofrecer capacitación, intercambio y una serie de alternativas que serían muy provechosas para los agentes de Salud de la provincia".

Habla la médica cubana

La doctora por su parte comentó que desde hace 20 años que mantiene un intercambio muy lindo con médicos generalistas de la Federación Argentina pero especialmente con La Pampa donde ya estuvo el año pasado, "hay un rico intercambio en cuanto a cursos y en lo que se hace allá y se puede hacer aquí", y agregó "creo que tienen una amplia posibilidad de intercambiar experiencias y de que vengan personas para trabajar en conjunto en el desarrollo de una estrategia de atención primaria que llegue a las comunidades y que sea una experiencia en territorio argentino en beneficio de ambos países".
En cuanto a su experiencia que lleva más de 35 años en Atención Primaria de la Salud, sostuvo que se trata de compartir saberes y entre ellos "decirle a las personas lo importante que es que el médico trate a la persona por su nombre, que le ponga la mano en el hombro, que tenga una población asignada, que la tenga bajo su control, que sepa de que está enfermo cada uno y cuáles son los factores riesgos". Y sobre todo señaló "que pueda además mirar un poco la salud para hacer prevención de enfermedades y promoción de salud que es lo que aspiramos y hacemos en Cuba desde hace años". Y enfatizó en que "en el proceso de salud -enfermedad pretendemos que se mire más a la salud y no tanto a la enfermedad".
En cuanto a la diferencia entre ambos países, dijo que sobre todo se basa en la formación del recurso humano, "ya que sin el mismo no es posible hacer lo que en Cuba estamos haciendo". Luego detalló que cuentan con 73 mil médicos, lo que implica la posibilidad de contar por cada 1.500 habitantes, con un médico generalista integral y una enfermera de familia y además un equipo de pediatras, obstetras, trabajadores sociales, que trabajan juntos con el médico en la Atención Primaria de la Salud y entre todos -sostuvo- podemos hacer cosas muy buenas y muy lindas", concluyó.

Testimonio de un prisionero de guerra




Argentina Jiménez
Casi tres años en una celda oscura, fría, fétida; heridos sin la atención médica requerida; en absoluto aislamiento; intermitentes interrogatorios; incertidumbre por el destino de sus vidas, y muchas otras vivencias, tras ser capturado por militares sudafricanos, cuenta  Carlos Alberto Marú Mesa en su libro Prisioneros de guerra.  
Testimonio de la solidaridad de Cuba con Angola, que recién  había proclamado su independencia, de la cual se cumplen 39 años este noviembre, en lenguaje sencillo, ameno, el autor describe sus recuerdos sobre las vicisitudes afrontadas por él, Roberto Morales Bellma y Ezequiel David Garcés Mustelier, quienes después de un combate y tenaz resistencia quedaron heridos en territorio ocupado por el enemigo y hechos prisioneros.
Conmovedor el relato de los días previos a ser apresados, durante los cuales deambularon sin comida, agua, perdiendo sangre por sus heridas abiertas y sin vitalidad para moverse, en el caso de Marú; con un brazo totalmente destrozado y otras lesiones Roberto, y Ezequiel también en mal estado.
 Puede constatarse a través de la lectura, el comportamiento digno y firme, y la confianza en que no serían olvidados por su Patria, de los tres jóvenes cubanos durante los dos años, ocho meses y 21 días de cautiverio, y nos ofrece un cuadro muy completo de cómo vivía la población negra bajo el apartheid comprobado en el trato a los prisioneros de ese color e incluso en el desprecio por quienes hablaban el afrikáans y no inglés, otra expresión del  racismo más cruel imperante en esa sociedad.
 Una de las enseñanzas de este título es cómo debe actuar cada revolucionario ante todas las circunstancias de la vida.
Constituye el texto, además, una denuncia sobre el incumplimiento, con ellos, de los convenios de Ginebra acerca del trato a los prisioneros de guerra, bien observados por las tropas angolano-cubanas con los ocho jóvenes de Sudáfrica capturados, por quienes fueron intercambiados.
Emocionante para los tres jóvenes cubanos el momento cuando a Roberto se le ocurrió silbar La Guantanamera, lo imitó Carlos y lo mismo hizo Ezequiel. Ya sabían que se encontraban en el mismo lugar y desde entonces esa canción símbolo de cubanía devino “el principal lazo de unión para saber que estábamos vivos  y que nos manteníamos firmes en nuestras posiciones”, en el tiempo que los tuvieron incomunicados.
De regreso del huerto atendido por ellos en los últimos meses de cautiverio, escucharon en el televisor del oficial de guardia sobre un canje de prisiones entre el gobierno de Angola y el de Sudáfrica, y en la pantalla vieron las fotos de los tres. “Había llegado el momento que ansiábamos durante tanto tiempo”...
Tensos los minutos mientras esperaban, una vez en territorio angolano, los procedimientos para el canje de prisiones. Ellos, en un lado, y los ocho sudafricanos en el otro, y los momentos de alegría a partir de entonces. El encuentro con los compañeros que los esperaban, entre ellos Jorge Risquet Valdés, jefe de la Misión Civil cubana en el país afrcano; después en Luanda, con el Presidente de Angola Agosthino Neto; el regreso a Cuba y el interminable abrazo de Marú con su mamá. Es un libro que todo patriota no debía dejar de leer.


































sábado, 8 de noviembre de 2014

Enfrentamiento de la epidemia de Ébola: Llamamiento de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas a las organizaciones homólogas en el mundo






  La Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) ha saludado con gran satisfacción la inmediatez  y trascendental respuesta del Gobierno cubano y de los profesionales de la Salud al llamado de la Dra. Margaret Chan, Directora de la Organización Mundial de la Salud, para movilizar recursos humanos y financieros en el enfrentamiento de la epidemia de Ébola que azota a varios países del África Occidental. La cooperación cubana con el sistema de las Naciones Unidas representa un ejemplo adicional en su tradición histórica de contribuir de forma solidaria y desinteresada con los pueblos del mundo que lo han necesitado.  Asimismo, la ACNU expresa su respeto a todos los gobiernos, instituciones y profesionales en el mundo que sumado su  apoyo al enfrentamiento de este reto.

 El Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en el mensaje enviado a la Cumbre Extraordinaria del ALBA-TCP sobre el Ébola, celebrada en La Habana, Cuba, el pasado 20 de octubre, señaló que: "El Ébola es un gran problema global, que exige una solución global e inmediata".  


 La Asociación Cubana de las Naciones Unidas expresa su apoyo a las palabras del Secretario General de las Naciones Unidas e insta a las asociaciones homólogas en el mundo a que soliciten a los gobiernos con capacidad a que brinden su contribución en el enfrentamiento a la epidemia de Ébola y respondan positivamente a este llamado del sistema de las Naciones Unidas.
 
 La Asociación Cubana de las Naciones Unidas considera que es hora de trabajar mancomunadamente para salvar vidas en una de las regiones más vulnerables del mundo y con ello se estará favoreciendo a toda a la humanidad.

}Lic. Eduardo E. Iglesias Quintana
Especialista
Asociación Cubana de las Naciones Unidas
Dirección: Calle J esq. a 25, # 514. Vedado, La Habana
Telef: 832 4723 / 831 0217 al 19 ext. 4708


martes, 4 de noviembre de 2014

En la selva boliviana no murió el sueño del Che





Argentina Jiménez

Liberar la América Nuestra impregnaba los sentidos de Ernesto Guevara de la Serna, desde muy joven, continuador como fue de los ideales de San Martín, Bolívar, Sucre, Martí, y otras excelsas figuras de las luchas por la independencia de la Patria grande.
Guatemala, Cuba, Congo (L), nutrieron de experiencias su afán por redimir los países latinoamericanos. Y llegó la hora de brindar sus esfuerzos a otros pueblos del mundo.
A Bolivia arribó con su bandera libertaria. Por inhóspitos parajes de su naturaleza exuberante y difícil avanzó con compañeros de varias nacionalidades que lo secundaron en sus aspiraciones, sin que obstáculos de todo tipo mellaran su decisión.
Traumático su andar desde su llegada a Ñacahuasú hasta la quebrada del Yuro, perseguido por una fuerza bien armada, entrenada y superior en efectivos (50 soldados por cada guerrillero), a la cual asestó duros golpes, reconocidos por el alto mando enemigo.
Como compañía permanente, caminos escabrosos, quebradas, grandes alturas, ríos crecidos; largas caminatas -algunos descalzos y casi desnudos-, hambre, fatiga; ausencia de apoyo campesino, de comunicación con Cuba, con los clandestinos de la capital boliviana y la Retaguardia -de cuyo grupo tuvo necesidad de separase debido a la situación física y enfermedad de sus integrantes- y delaciones, no mermaron el espíritu del Guerrillero Heroico, donde no había cabida para el derrotismo
Buscó tiempo, siempre escaso, para anotar en su Diario las incidencias de cada jornada; analítico como era, expresó su valoración de algunos combatientes, defectos y virtudes; exaltó a quienes sobresalían en las misiones encomendadas, criticó a aquellos que la merecían por indisciplinas o conductas inapropiadas imposibles de tolerar en la guerrilla. No olvidó el cumpleaños de seres queridos.
“Jefe fraternal y humano sabía también ser exigente y en ocasiones severo; (…) Basaba la disciplina en la conciencia moral del guerrillero y en la fuerza tremenda de su propio ejemplo.”*
Tantas vicisitudes desde el 3 de noviembre de 1966 hasta el 7 de octubre de 1967 las refleja con elocuencia en las páginas de su Diario -no escritas para la posteridad-, contentivas de vivencias, emociones, dolores… La muerte de cada compañero laceró su alma, y su pesar lo plasmó en frases que lo retratan, como jirones salidos del corazón.
Ha pasado casi medio siglo de su asesinato y el Che vive. En cada hombre o mujer que lucha por un mundo mejor. En los humildes habitantes de los caseríos por donde pasó en su peregrinar por la selva boliviana; ellos guardan celosamente testimonios, anécdotas y quizás algún recuerdo devenido talismán para muchos. Lo veneran.
En el extenso paisaje recorrido, incontables veces con su asma a cuestas, que apenas le permitía caminar, quedó su presencia, su heroísmo.
El Che entró en la Historia para quedar como semilla. Las revoluciones en marcha en  pueblos del área que luchan por su segunda independencia, emanan como frutos del árbol que sembró en su fructífera existencia, tratando de hacer realidad sus sueños de libertad para América Latina.

*Fidel en Una introducción necesaria, en el Diario del Che en Bolivia..








lunes, 3 de noviembre de 2014

El ÁRBOL MAYOR



                                    
 

 Argentina Jiménez

…que no da sombra, sino luz. Entró victorioso a la capital tras destruir con su pequeño ejército al de 80 mil hombres de Batista, y recorrer cientos de kilómetros sobre alfombras de flores, escoltado por la alegría, los vítores y aplausos, después de casi 25 meses labrando la libertad en las montañas. Eso le agradecía el pueblo, con que contó y ha contado siempre y le ha acompañado en los momentos buenos y en los difíciles; el leal que no claudica nunca, imbuido de sus enseñanzas y sabiduría para conducirlo por el camino de la justicia y los principios.
Como maestro de mérito, alumno aventajado de Martí, ha sabido inculcarle a su gente confianza en el futuro, en las ideas, y continúa con su verbo, alertando sobre los graves problemas que amenazan a la humanidad, poniendo el acento en la necesidad de que haya paz en el mundo. Conoce perfectamente que los jóvenes encierran en sí mismos los cambios en la sociedad, en todas las épocas ha sido siempre así, que como relevo son el protagonista principal, el continuador de la lucha por un mundo mejor, promovida con vitalidad creciente por él, en un contexto internacional tan adverso y lleno de retos.
Sus palabras han sido y siguen siendo una guía para que el pueblo y las nuevas generaciones sepan defender las ideas más justas,  convencido de que solo luchando será posible ese mundo mejor, como lo fueron sus sueños al entrar triunfante en La Habana con la Caravana de la Libertad, el 8 de enero de 1959, para iniciar una nueva etapa en el combate, que no cesa, debido a las circunstancias impuestas por el yanqui agresor.  
   Llegó entonces con la barba oscura, hoy devenida símbolo, ahora  más luminoso que nunca. Respetado, admirado, querido en todo el mundo por su modestia y preclara inteligencia,  ocupa un espacio en la historia, ganado a fuerza de  voluntad inagotable, perseverancia, convicción de que “las causas justas del hombre siempre marcharán adelante, siempre triunfarán, no importa cuanto tarden”.