miércoles, 7 de enero de 2015

Un nuevo símbolo



                                 



Por: Argentina Jiménez

Cuatro letras nacieron siendo símbolo. Símbolo del amor, la esperanza, la fidelidad. Recién estrenado el 2015, el 6 de enero, un alumbramiento devino detonador de una inmensa alegría, no solo de sus padres, sino de millones de cubanos y de amigos de otras latitudes. Gema es la niña de todos aquellos que sufrían como propia la incertidumbre de si se haría realidad el sueño de Adriana y Gerardo de formar una familia.  Al llegar al mundo, a  la pequeña le  brotaron tíos, abuelos, primos… como germinan plantas y abren las flores en primavera. Quienes ayudaron  al tránsito de la polinización estarán también colmados de gozo; les creció la familia, para algunos lejana, pero  unida por lazos que no se rompen por la distancia. Segura estoy de que sonrieron emocionados, como tantos, al contemplar las imágenes de Gema en los brazos de papá Gerardo, bajo la mirada arrebolada de Adriana para quien la sonrisa parece habérsele congelado en los labios desde el día que sintió de nuevo el calor del abrazo del compañero tras tantos años de ausencia física. Se me ocurre pensar que si la sonrisa de Monalisa es famosa por su magnetismo, la de Adriana ha  devenido la de la felicidad. La historia de Gerardo y Adriana,  propia para una película, comenzó una nueva etapa el 17 de diciembre de 2014, cuando una indescriptible emoción conmovió a las personas buenas: ¡Volvieron Antonio, Ramón y Gerardo! Ya los Cinco estaban en Cuba.  Desde entonces la vida de la amorosa pareja formada por Gerardo Hernández Nordelo y Adriana Pérez O´Connor cambió radicalmente. Ahora, constituida en familia con la llegada de su hija, alcanzó la dimensión siempre soñada.  Infinidad de  corazones henchidos de emoción latieron al unísono al conocer la noticia: Nació Gema.


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