jueves, 29 de enero de 2015

Cuba contra la mentira y el bloqueo

Por Pedro Martínez Pírez

La noticia de que Fidel Castro se encuentra en muy buen estado de salud y con excelente humor, proporcionada en La Habana por el destacado intelectual y teólogo brasileño Frei Betto, y el esclarecedor y firme discurso pronunciado en San José por el presidente Raúl Castro, confirman la vigencia y vitalidad de la Revolución Cubana, que enfrenta hoy nuevos desafíos.
 De un golpe se esfuma del espectro mediático anticubano el tema de la salud y la vida del líder histórico de la Revolución Cubana, y también las confusiones o malas interpretaciones surgidas a raiz del anuncio conjunto de Estados Unidos y Cuba de avanzar hacia el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
 Antes de su entrevista en La Habana con Frei Betto, el pasado martes, Fidel Castro había enviado una carta a su amigo argentino Diego Armando Maradona, quien estuvo recientemente en Cuba para realizar dos programas de TeleSur, y más recientemente otra misiva dirigida a los estudiantes de la Federación Estudial Universitaria de Cuba. Pero diarios como el Nuevo Herald, que se edita en Miami, habían puesto en duda la autenticidad de los mensajes de Fidel e insistían en que el líder cubano había fallecido y el gobierno cubano lo ocultaba.
 Y aunque no era la primera vez que los enemigos de la Revolución Cubana en Miami lanzaban al mundo la falsa noticia de la muerte de Fidel, lo hacían ahora, cuando Cuba enfrenta nuevos desafíos en el proceso hacia la futura reanudación de relaciones diplomáticas con Estados Unidos.
 A la buena noticia sobre la salud y lucidez de Fidel se agregó este miércoles la presencia de Raúl Castro en la Tercera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños en Costa Rica, el país  donde la OEA, hace más de medio siglo y por la imposición de Estados Unidos había acordado la expulsión de Cuba de ese organismo.
 La presencia de Cuba en Costa Rica como integrante de una nueva organización que consolida su unidad en la diversidad, pero sin la presencia de Estados Unidos, es todo un símbolo de los nuevos tiempos que vive Nuestra América. Y allí en San José denunció el presidente Raúl Castro, con el sólido apoyo de la CELAC, el mantenimiento del bloqueo y otros numerosos obstáculos que desde Estados Unidos dificultan el proceso hacia la plena normalización de vínculos con Cuba, una nación que conoce bien a su poderosa vecina del Norte y no está dispuesta a negociar su independencia ni su soberanía.

La Habana, 29 de enero de 2015

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