sábado, 18 de enero de 2014

Recuerdos de un escolta del Che Guevara sobre su llegada a La Habana




Argentina Jiménez

Han pasado décadas, pero en la memoria de Juan Alberto Castellanos Villamar, de la seguridad del Che y jefe de la Comandancia de la Columna 8 “Ciro Redondo”,  que dirigía,  permanecen nítidos los recuerdos junto a su jefe de los primeros días de 1959, año en que triunfo la Revolución cubana.
El  arribo del Comandante Ernesto Che Guevara a la capital de la Isla, sucedió el día 3 de enero de 1959, tras librar la victoriosa y decisiva Batalla de Santa Clara, donde se levanta un monumento, que guarda sus restos y los de los guerrilleros caídos con él en Bolivia,  visitado cada año por miles de cubanos y extranjeros.
En la madrugada del  primero de enero de ese año,  en Santa Clara, capital de Las 
                                                                                                 El Che en SantaClara

Villas –hoy Villa Clara- al centro de Cuba,    Castellanos Villamar escucha por radio, al llegar  a la Universidad Central de esa provincia –donde radicaba la comandancia-, sobre la huída del dictador  Fulgencio Batista, e inmediatamente se dispone a ir en busca del Comandante para informárselo.  Lo encuentra en los alrededores del cuartel 
 Leoncio Vidal, donde todavía se combatía, y le da la noticia.
¿Y como lo sabes?  le pregunta el Che.
-Lo sé porque lo escuché por radio personalmente.
Y cuenta:
“Inmediatamente salimos en un jeep hacia la estación de radio que estaba en aquel momento entre la Universidad y la ciudad. Por ahí él habla con Fidel y el Comandante en Jefe le orienta decirle al Comandante  Camilo Cienfuegos que siguiera para La Habana y tomara la fortaleza de  Columbia –guarida del tirano- y que él tomara La Cabaña.
“Camilo había estado la noche del 31 de diciembre de 1958  hablando con el Che, ya se había tomado tras varios días de combate, la ciudad de Yaguajay, y había quedado en venir con 300 hombres a  reforzarnos. A nosotros nos quedaban todavía por  rendirse el regimiento  Leoncio Vidal, el aeropuerto y los reductos dentro de la ciudad: la Gobernación y el hotel Clori, después Santa Clara Libre… Camilo llegó al anochecer del día 
                                                                              El tren blindado descarrilado

primero y el Che le transmite la orden de Fidel y me encarga que le entregue todas las  ametralladoras Thompson y granadas de mano que Camilo quisiera, de las ocupadas en el tren blindado*.   El cuartel se entregó el primero por la tarde. El ambiente era de alegría, la gente apoyándonos, buscando a los esbirros. En la mañana del día 2  el Comandante Guevara hizo juicios sumarísimos a todos aquellos  que el pueblo le decía eran connotados asesinos y torturadores, y se condenaron a unos cuantos.
“En horas del mediodía del mismo día 2 salimos rumbo a La Habana. El Che se reunió con la tropa, le dijo que los oficiales irían en jeep y  cabinas de los camiones, y los soldados en los camiones. Él y la escolta, que éramos Villegas,  Hermes y yo –porque Argudín asumió otra tarea.- y otros compañeros iríamos en carros.
¿En qué lugar de la Columna iba el Che?
-Va en  el medio con Villegas, Hermes, Aleida y yo. Delante, en otro vehículo, el teniente y después general ya fallecido Sergio  Pérez Lezcano, que iba guiándonos. Delante marchaba  la vanguardia. Detrás de nosotros, Antonio Núñez Jiménez, SerafIn Ruiz de Zárate y Cucú Rodríguez La Vega. También Oscar Fernández Mell, que llevaba a Joel Iglesias herido.
”Cuando llegamos a Cuatro Caminos, poblado cerca de la capital,  mandó a  parar la columna y  pregunta que quién conocía otra entrada a La Habana que no fuera la  Carretera Central. Fernández Mell dijo que él sabía, pasa entonces delante de nosotros, y Núñez Jiménez, que, asimismo,  conocía La Habana, viene para el carro de nosotros.
“Recuerdo  esto porque como punto de referencia cuando íbamos pasando por la Escuela de Cadetes, Núñez  le dice al Che: ´esa es la Escuela de cadetes del Ejército de Batista´. Eso estaba en la carretera de Cuatro Caminos antes de llegar a Managua. Después doblamos en Santiago de las Vegas, y tomamos la avenida de  Boyeros hasta la Ciudad Deportiva, doblamos por

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