viernes, 17 de enero de 2014

II Cumbre de la CELAC. Recuento y aspiraciones


Argentina Jiménez  


Cuando a un año y casi dos meses de la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, en la capital venezolana, un evento de trascendencia histórica acababa de concluir con éxito: su Primera Cumbre, celebrada en Chile.

En aquella ocasión, la diversidad entre las naciones miembros no fue óbice para que la voz de mandatarios y jefes de gobiernos se alzara para coincidir en puntos fundamentales dirigidos a consolidar la integración política, económica, social y cultural, incluidos en el documento final acordado.

En tan corto tiempo desde su fundación, la CELAC había demostrado la enorme importancia de aquella decisión de diciembre de 2011, y eran evidentes los pasos de avances en el proceso de integración de la región, sin los gringos dictando órdenes.

Palabras y frases  clave se escucharon en boca de varios representantes de los países participantes: el respeto a la paz, solidaridad,  defensa del multilateralismo, condena al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, en franca violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las Normas del Derecho Internacional, la unidad de los pueblos del área, el respaldo a la Revolución Bolivariana y las muestras de afecto hacia el Presidente Chávez y el deseo de su pronta recuperación.

No faltaron tampoco, el respaldo a Argentina en su reclamo de las Islas Malvinas, el valor de la Comunidad como mecanismo para la cohesión regional, la inserción en el contexto internacional y el avance hacia el desarrollo sustentable, abogar por una América Latina libre de colonialismo, y proseguir insistiendo en la necesidad de proteger el medio ambiente.

De relevancia irrebatible se habló de la necesidad de buscar alternativas a fin de garantizar el apoyo a los más vulnerables y luchar por la seguridad alimentaria a fin de derrotar el hambre y la pobreza.

En este último aspecto, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba Raúl Castro, en su intervención en la Primera Cumbre, dijo: “(…) No podemos olvidar que cerca de 170 millones de latinoamericanos y caribeños viven en la pobreza, 66 millones de personas en la región están en la pobreza extrema, de los cuales 34 millones son menores”.

¡Qué pensaría José Martí en el aniversario de su 160 cumpleaños, día en que se clausuró el evento, cuando escuchó a Raúl y recordó aquella máxima suya, hecha realidad en la Patria que no lo olvida: “Los niños nacen para ser felices”!

Martí y Bolívar aún tienen mucho que hacer en la América Nuestra. Siguiendo sus ideales marcha la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Y tal como el Héroe Nacional cubano concibió y logró la unidad de los veteranos de las guerras de independencia en la Isla, y los nuevos patriotas, y Fidel continuó su legado histórico, las conquistas del pueblo caribeño son resultado de esa irrenunciable unidad que lo caracteriza y ha hecho que venza tantos traspiés puestos por el enemigo del Norte y por sus propias ineficiencias.

Tal como afirmó el siempre presente  Presidente Chávez en su mensaje a la Cumbre: “La CELAC  es el proyecto de unión política, económica, cultural y social más importante de nuestra historia contemporánea. Tenemos todo el derecho de sentirnos orgullosos: La Nación de Repúblicas, como la llamaba el Libertador Simón Bolívar, ha comenzado a perfilarse como una hermosa y feliz realidad”.

Cuba, al asumir la Presidencia Pro Tempore de la CELAC, de seguro haría el mejor trabajo posible para fortalecerla y .así ha sido.
 Durante ese tiempo ha fomentado el trabajo, respetando cada uno de los principios esbozados  en la Declaración de Caracas, y consciente de que es el instrumento político requerido para resolver las diferencias, tal y como expresara Raúl Castro en la Cumbre de 2011

Tres años después de su fundación, la CELAC agrupa 33 naciones independientes al sur del río Bravo, de cuya sabiduría depende dirigir sus enfoques hacía la búsqueda de la tan ansiada unidad. El hecho de que la región tenga una voz propia y se vaya ganando un especio en el complejo escenario mundial, es de por sí un gran avance.

Los próximos días 28 y 29 de enero se celebrará la II Cumbre de la CELAC, en La Habana, con el tema central de la lucha contra la pobreza, el hambre y las desigualdades, en la cual se valorará la fortaleza alcanzada en los últimos años en diversos escenarios, pero, asimismo, los grandes retos a los que se enfrenta cada día y el compromiso común de afrontarlos.




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