jueves, 5 de noviembre de 2015

Una historia para recordar



Angel


                                          Pedrito                                                                          Rogito

Por: Argentina Jiménez                                                                                            

La fecha del 8 de noviembre de 1958 quedó inscrita en    la   historia de Cuba, y en especial de la capital,* como una página heroica en la lucha por la libertad de la Patria. En Goicuría y O´Farrill, Víbora, cuatro jóvenes del Movimiento 26 de Julio, encabezados Machaco Ameijeiras, jefe provincial de Acción y Sabotaje en La Habana, y entre ellos una mujer embarazada**, enfrentaron a una fuerza policíaca superior en número y armamento y solo pudieron vencerlos al quedarse sin parque.
 El amanecer de aquel sábado presagiaba un día hermoso. Fresco. El cielo, azul intenso. Mas, la belleza no traía aparejada la alegría. Temprano, corrió la noticia de boca en boca. En la madrugada hubo un combate*** entre la  policía y tres jóvenes, que murieron en él. ¡Mentira! Hasta el balcón en el segundo piso de Goicuría 523 los llevaron vivos los agresores y exhibieron como trofeos, tras  cerciorarse de no correr peligro y poder entrar al apartamento 5. Una adolescente los vio desde la ventana de su casa, en un edificio enfrente.
  Los bajaron a empujones, golpeándolos con furia, y
condujeron a un lugar tenebroso, que quedó teñido de rojo y restos de partes de cuerpos humanos, arrancados a ellos por esbirros con bárbaras torturas y bajo improperios y las miradas de sus jefes, satisfechos por haber atrapado las tan buscadas y ansiadas presas.
 Seguramente se asombraron de lo corajudos de sus  prisioneros, pues no cesaron de defenderse con los puños o como pudieron, llamarlos como  lo que eran: asesinos, cobardes, y gritarles viva la Revolución, mientras les quedó un hálito de vida.
 Un mes y veintidós días después, los verdugos de Ángel –Machaco-, Ameijeiras Delgado, Rogelio Perea Suárez –Rogito- y Pedro Gutiérrez Hernández - Pedrito-, tampoco pudieron disfrutar de aquel jueves primero de enero de 1959, de cielo azul intenso, fresco, luminoso, porque escabulléndose en la oscuridad de la madrugada huyeron como ratas.
 El sonido de los pasos firmes del pueblo en Revolución lo escuchaban muy cerca y, atemorizados, salieron  a la desbandada… los que tuvieron la  oportunidad. Atrás dejaron a los fieles matones y torturadores, ejecutores de sus  crímenes, a muchos de los cuales la justicia revolucionaria les cobró las atrocidades cometidas.
 La belleza de ese primer día del nuevo año sí trajo aparejada la  alegría… y  también la libertad y dignidad, disfrutada desde su pedestal por los mártires sagrados de la Patria, por la cual ofrendaron sus vidas, y a partir de entonces por el pueblo cubano.
                                   
* El 8 de noviembre es el Día de la Clandestinidad en La Habana, en homenaje a los luchadores contra la tiranía de Fulgencio Batista, caídos en el territorio. **Norma Porras Reyes, herida,detenida, juzgada y presa hasta el 1 de enero de 1959. *** Considerado el combate  más intenso de la clandestinidad.
                             

                                                                       
    


No hay comentarios:

Publicar un comentario