(V)
Por
Argentina Jiménez
El Presidente de Estados Unidos, John F.
Kennedy, se dirigió a su país y a todo el mundo, el 22 de octubre de 1962, para informar sobre su decisión de llevar a cabo un bloqueo naval alrededor
de Cuba, al cual nombró cuarentena, para encubrir el carácter
prepotente y guerrerista de esa medida.
Las llamadas “fuerzas de tarea”, encargadas de
hacer efectivo el bloqueo, incluyeron 238 buques, ocho portaviones, dos
cruceros, 118 destructores, 13 submarinos, 65 buques anfibios y 32 auxiliares.
El
gobierno norteamericano también orientó
ese día evacuar a todo el personal civil
de la base naval de Guantánamo, que usurpa en el extremo oriental de Cuba, mientras
la Junta de
Jefes de Estados Mayores impartió directivas, desde el Pentágono, a la Flota del Atlántico.
Comenzaron a desconcentrarse los bombarderos B-27 del Comando Aéreo Estratégico
de 40 aeropuertos civiles de los EE. UU,
cada uno de esos bombarderos con sus
respectivas cargas nucleares. Los aviones quedaron listos para despegar en
quince minutos.
Al
mismo tiempo, quedó decretado el estado de máxima alerta para las tropas
norteamericanas situadas en Europa Occidental y en el Lejano Oriente, lo que hicieron
también los aliados yanquis de la
OTAN.
Ante
la decisión del Presidente de los Estados Unidos de aplicar el bloqueo naval alrededor de Cuba, por la instalación de cohetes de alcance
medio en la Isla,
el Comandante en Jefe Fidel Castro puso en estado de alerta de combate a las
Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el mismo
22 de octubre, y dos horas
después decretó ese estado en todo el país.
Al
día siguiente, el gobierno soviético emitió una declaración en
la que condenaba y rechazaba los actos
de fuerza del gobierno norteamericano. Manifestaba, del mismo modo, el respaldo
incondicional de la URSS a la Revolución cubana y su disposición a defenderla,
así como daba instrucciones .al mariscal
Malinovski, ministro de Defensa, para
poner urgentemente a las fuerzas armadas
soviéticas en completa disposición combativa.
Además,
hizo pública una declaración en la que
condenaba el establecimiento del bloqueo, la intercepción y el registro de los
buques con destino a Cuba y prevenía al gobierno de los Estados Unidos sobre
los riesgos de realizar las medidas anunciadas por el Presidente Kennedy.
Similar posición de la Unión Soviética adoptaron los
restantes países del Pacto de Varsovia.
En
igual fecha -23 de octubre-, el Primer
Ministro del Gobierno Revolucionario de Cuba, Fidel Castro, compareció ante la
radio y la televisión para responder al agresivo discurso de John F. Kennedy, denunciar el ensañamiento de los Estados
Unidos contra la Isla e informar al pueblo sobre la grave situación
que enfrentaba el país.
Advirtió
que Cuba resistiría el bloqueo imperialista, no se desarmaría, enfrentaría con
serenidad la amenaza nuclear y que quien pretendiera inspeccionar el territorio nacional tendría que venir en
zafarrancho de combate.
Y
afirmó :
“Si
frente al más elemental interés de la humanidad, los imperialistas forzaran las
cosas hasta el punto de desatar una guerra, dolorosísima para la humanidad, también la responsabilidad
histórica será suya. Y sobre sus hombros –mejor dicho, sobre sus cenizas-,
tendrá que cargar la tremenda y aplastante responsabilidad del daño que puedan
ocasionarle al mundo.”
Palabras
clave: Estados Unidos/Presidente/bloqueo naval/Cuba/ /máxima estado de alerta/FuerzaArmadas/FidelCastro/discurso/UniónSoviética/declaración.
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