miércoles, 17 de octubre de 2012

Crisis de Octubre o de Los Misiles. Antes y después.



                                    (V)
Por Argentina Jiménez
 El Presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy,  se dirigió a  su país y a todo el mundo,  el 22 de octubre de 1962,  para informar sobre su decisión  de llevar a cabo un bloqueo naval alrededor de Cuba,  al cual nombró cuarentena, para encubrir el carácter prepotente y guerrerista de esa medida.
 Las llamadas “fuerzas de tarea”, encargadas de hacer efectivo el bloqueo, incluyeron 238 buques, ocho portaviones, dos cruceros, 118 destructores, 13 submarinos, 65 buques anfibios y 32 auxiliares.
El gobierno norteamericano también  orientó ese día evacuar a todo  el personal civil de la base naval de Guantánamo, que usurpa en el extremo oriental de Cuba, mientras la Junta de Jefes de Estados Mayores impartió directivas, desde el Pentágono, a la Flota del Atlántico. Comenzaron a desconcentrarse los bombarderos B-27 del Comando Aéreo Estratégico de 40 aeropuertos civiles de los EE. UU,    cada uno de esos bombarderos con sus respectivas cargas nucleares. Los aviones quedaron listos para despegar en quince minutos.
Al mismo tiempo, quedó decretado el estado de máxima alerta para las tropas norteamericanas situadas en Europa Occidental y en el Lejano Oriente, lo que hicieron también los aliados yanquis de la OTAN.
Ante la decisión del Presidente de los Estados Unidos de  aplicar el bloqueo naval alrededor de  Cuba, por la instalación de cohetes de alcance medio en la Isla, el Comandante en Jefe Fidel Castro puso en estado de alerta de combate a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), el mismo   22 de octubre, y dos horas después decretó ese estado en todo el país.
Al día siguiente,  el  gobierno soviético emitió una declaración en la que condenaba y  rechazaba los actos de fuerza del gobierno norteamericano. Manifestaba, del mismo modo, el respaldo incondicional de la URSS  a la Revolución cubana y su disposición a defenderla, así como  daba instrucciones .al mariscal Malinovski, ministro  de Defensa, para poner urgentemente  a las fuerzas armadas soviéticas en completa disposición combativa.
Además, hizo pública una declaración  en la que condenaba el establecimiento del bloqueo, la intercepción y el registro de los buques con destino a Cuba y prevenía al gobierno de los Estados Unidos sobre los riesgos de realizar las medidas anunciadas por el Presidente Kennedy. Similar  posición de la Unión Soviética adoptaron los restantes países del Pacto de Varsovia.
En igual fecha -23 de octubre-,  el Primer Ministro del Gobierno Revolucionario de Cuba, Fidel Castro, compareció ante la radio y la televisión para responder al agresivo discurso de John F. Kennedy,  denunciar el ensañamiento de los Estados Unidos contra la Isla  e informar al pueblo sobre la grave situación que enfrentaba el país.
Advirtió que Cuba resistiría el bloqueo imperialista, no se desarmaría, enfrentaría con serenidad la amenaza nuclear y que quien pretendiera inspeccionar  el territorio nacional tendría que venir en zafarrancho de combate.
Y afirmó :
“Si frente al más elemental interés de la humanidad, los imperialistas forzaran las cosas hasta el punto de desatar una guerra, dolorosísima  para la humanidad, también la responsabilidad histórica será suya. Y sobre sus hombros –mejor dicho, sobre sus cenizas-, tendrá que cargar la tremenda y aplastante responsabilidad del daño que puedan ocasionarle al mundo.”

Palabras clave: Estados Unidos/Presidente/bloqueo naval/Cuba/  /máxima estado  de alerta/FuerzaArmadas/FidelCastro/discurso/UniónSoviética/declaración.

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