VIII y final
Por Argentina Jiménez
El 28 de octubre de 1962, los intercambios de mensajes entre Jruschov y
Kennedy de los últimos días sobre cómo llegar a un acuerdo para resolver la
crisis, llegaron al punto que podía significar un viraje en la tensa situación.
El Primer Ministro de la URSS
le comunicó que como los motivos que los
impulsaron a prestar ayuda militar a
Cuba desaparecían, al comprometerse el presidente norteamericano a no agredir
ni invadir la Isla,
ni tampoco sus aliados del hemisferio occidental, daría instrucciones a los oficiales
soviéticos para que llevaran a cabo las medidas dirigidas al cese de la
construcción de los objetivos en los emplazamientos de los cohetes, su
desmontaje y devolución a la Unión Soviética,
con garantías de verificación.
Esta decisión la conoció el
Gobierno Revolucionario de Cuba por
Radio Moscú, que la hizo pública, sin
que previamente lo informaran a la Isla. Al
conocerlo, el Comandante en Jefe Fidel Castro emitió una declaración en la que
fijaba la posición cubana al respecto, y estableció cinco condiciones como
garantía contra la agresión yanqui.
A continuación la declaración del Primer Ministro cubano:
En relación con el pronunciamiento formulado
por el presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy en carta enviada al Primer Ministro de la Unión Soviética Nikita S. Jruschov
, en el sentido de lo que los Estados Unidos aceptarían después de establecerse
adecuados arreglos a través de las Naciones Unidas, eliminar las medidas del
bloqueo en vigor y dar garantías contra una invasión a Cuba; y en relación con
la declaración anunciada por el Primer Ministro Nikita Jruschov de retirar del
territorio cubano las instalaciones de armas de defensa estratégicas, el
Gobierno Revolucionario de Cuba declara que:
No existirán las garantías de que
habla el presidente Kennedy contra una agresión a Cuba, si además de la
eliminación del bloqueo naval que promete, no se adoptan, entre otras, las
siguientes medidas:
Primero: Cese del bloqueo económico y de todas las medidas de
presión comercial y económicas que ejercen los Estados Unidos en todas las
partes del mundo contra nuestro país.
Segundo: Cese de todas las actividades subversivas, lanzamiento y desembarco de armas
y explosivos por aire y mar, organización de invasiones mercenarias, filtración
de espías y saboteadores, acciones todas que llevan a cabo desde el territorio
de los Estados Unidos y de algunos países cómplices.
Tercero: Cese de los ataques piratas que llevan a cabo desde bases
existentes en los Estados Unidos y Puerto Rico.
Cuarto: Cese de todas las violaciones de nuestro espacio aéreo y
naval por aviones y navíos de guerra norteamericanos.
Quinto: Retirada de la Base
Naval de Guantánamo y devolución del territorio cubano
ocupado por los Estados Unidos.
En carta dirigida a Fidel,
Jruschov, después de mencionar el acuerdo al que llegó con el presidente
Kennedy y de expresar que comprende la indignación de Cuba ante las
acciones agresivas de los Estados Unidos
y la violación de las normas elementales del derecho internacional, pide a
Fidel paciencia, además de firmeza, para que no se frustre el acuerdo, y finaliza
manifestando: “Nosotros de nuestra parte haremos todo para estabilizar la
situación de Cuba, defender a Cuba de una invasión y asegurarles las
posibilidades de la construcción pacífica de la sociedad socialista”.
El Comandante en Jefe Fidel Castro le responde el mismo día. Señala
las razones que motivaron que Cuba abriera fuego contra los aviones espías, le
informa que Cuba es contraria a la inspección de su territorio y le reitera las
posiciones planteadas en los cinco puntos de su declaración. Termina señalando
que si el mantenimiento de la paz se logra “de manera justa, sólida y
definitiva, será un inestimable servicio a la humanidad”.
El gobierno norteamericano hizo caso omiso a
los cinco puntos planteados por Fidel en
su declaración, los cuales consideró como
inalcanzables en aquellos momentos.
Cincuenta años han pasado y el
bloqueo se mantiene, aun más recrudecido, al igual que la administración yanqui
sigue ocupando territorio cubano en Guantánamo y las acciones agresivas, intensificadas, no han cesado.
Los días 30 y 31 de octubre se desarrollaron las conversaciones de la delegación de la ONU encabezada por U Thant,
invitada por el Gobierno Revolucionario de Cuba. Al llegar, el secretario
interino de la ONU
declaró que venía “ a negociar, no a
inspeccionar” y reconoció que “la
soberanía de Cuba es un requisito básico”. El 31 Fidel reafirmó a los
visitantes el derecho de Cuba a la independencia y ratificó los cinco puntos,
como única garantía de una verdadera y definitiva paz en el área del Caribe.
Del mismo modo ratificó su rechazo a toda tentativa yanqui de inspeccionar el
territorio cubano y corroboró la determinación del pueblo cubano de defender
su soberanía.
En
respuesta a la carta de
Jruschov del día 30, Fidel , el
31, le escribe y destaca la alta moral y serenidad del pueblo cubano ante la
inminencia de una guerra nuclear y el dolor que causó la decisión del gobierno
soviético de retirar los cohetes emplazados en la Isla. (Vale recordar que el
dolor no solo fue de los cubanos, sino de muchos soviéticos que junto al pueblo
caribeño estaban dispuestos a defender a
Cuba al precio que fuera necesario).
Mas adelante, el Comandante en Jefe
Fidel Castro le dijo que en ningún momento le sugirió que asestara el primer
golpe si EE.UU. invadía el país, “sino que después del ataque imperialista, la URSS actuara sin vacilaciones
y no cometiera jamás el error de permitir las circunstancias de que los
enemigos descargaran sobre ella el primer golpe”. Rebatió, además, lo afirmado
por Jruschov de que Cuba fue consultada
sobre la decisión tomada por él.
Entre los días 29 y
31 de octubre fueron desmantelados los emplazamientos, y el 31 comenzó la
retirada de las armas defensivas sin
que la parte cubana pusiera obstáculo
alguno. Sin embargo, la verificación se hizo en aguas internacionales, pues
Cuba no permitió ninguna inspección en territorio nacional. .El 9 de noviembre ya
se habían retirado los cohetes.
Según escribió Rubén G. Jiménez
Gómez, el 15 de septiembre de 2012 en el periódico Granma, “(…) Jruschov afirmó
varias veces por escrito que todas las cargas nucleares ya habían sido
retiradas; no estaba bien informado o era una mentira más, pues estas
permanecieron en Cuba hasta el 1 de diciembre de 1962, casi dos semanas después
de ser suspendida la “cuarentena” y liquidada la crisis…”.
Esta terminó el 20 de noviembre de
ese año cuando el Primer Ministro soviético accedió a las exigencias yanquis de
que retirara también los bombarderos
ligeros IL-28, lo cual fue motivo de un largo litigio entre EE.UU. y la URSS, después de llevarse las armas estratégicas.
Una concesión más del gobernante soviético.
Se evitó la conflagración nuclear,
pero EE.UU. no cumplió con todo lo acordado entre las dos potencias. Las
agresiones del imperialismo yanqui contra la Isla no han cesado nunca; suman millones las
cifras destinadas a la destrucción de la Revolución cubana, y si este país sigue en pie
construyendo la sociedad socialista ha sido por la decisión de su pueblo de
defenderla a cualquier precio.
Fuentes utilizadas en esta serie: Cuba. 42 años de la Revolución.
Cronología histórica. 1959-1982. Tomo 1. Editora Ciencias
Sociales. Algunos artículos de Rubén G.
Jiménez Gómez publicados en el periódico Granma. Fidel Castro Ruz, discurso 24 de octubre de 1962. Obra
Revolucionaria No.31 Editorial Nacional de Cuba. Fidel Castro Ruz, Informe al
pueblo de Cuba. 1 de noviembre de 1962. Obra Revolucionaria No.32, Editorial Nacional
de Cuba.
Palabras clave: Jruschov
/Kennedy/acuerdo/retirar cohetes/ Fidel Castro/declaración/retiran cohetes/
levantan bloqueo naval/fin de la
Crisis de Octubre.