Y mi voz que no es más que un murmullo en el
pueblo de Cuba, pronto se convertirá en el
grito
de redención
que anhela el pueblo cubano.
José Antonio Echeverría
Argentina Jiménez
El movimiento estudiantil cubano desempeñó un papel
de vanguardia en las luchas contra la dictadura de Fulgencio Batista a partir
del año 1952. El alma de sus innumerables contiendas: protestas, proclamas,
manifestaciones, enfrentamientos…fue, sin duda alguna, José Antonio Echeverría,
quien llegó a ser, por el prestigio ganado, presidente de la Federación Estudiantil
Universitaria (FEU) y secretario general del Directorio Revolucionario (DR).
A propósito de
celebrarse el 13 de marzo de 2013 el aniversario 56 del asalto al Palacio
Presidencial y a la emisora Radio Reloj, en la capital cubana, hito destacado
en la historia de la Isla
en la última etapa de lucha por su independencia, reflejamos cómo lo valoraban
en aquellos tiempos sus compañeros de estudio y de lucha, opiniones que lo
retratan en toda su dimensión como ser humano, político y combatiente revolucionario.
En aras de la brevedad, no reproducimos textualmente
todos los criterios, sino lo esencial de los testimonios.
En todo el proceso que va del 52 al 54 José
Antonio comienza a destacarse como una figura sobresaliente en el movimiento
estudiantil./El 15 de enero de 1953 emerge como el dirigente principal en el
combate universitario al situarse al frente de una impetuosa manifestación
hasta el Palacio Presidencial./ Era tan singular que solo se parecía a él. Se
propuso combatir al gobierno tiránico de Batista, y se convirtió en el líder
indiscutible del estudiantado y llegó a ser una figura nacional.
Tenía un
carácter muy fraternal, siempre dispuesto a darse a los demás. Cuidaba más a
sus compañeros del peligro que a él mismo. Disponía de una gran serenidad para
enfrentar los momentos más difíciles./ Era
un hombre despojado de todo tipo de
ambición y de todo tipo de aspiraciones./José Antonio siempre salía al frente
de las manifestaciones y si tenía que fajarse a piñazos se fajaba./ Ya como presidente
de la FEU se traza el firme propósito de oponer la organización a la tiranía
para lo cual se mueve constantemente, haciendo contacto con los factores más
positivos que luchan contra el régimen.
Al elevarse la represión contra las
manifestaciones estudiantiles Echeverría decide aplicar una fase superior en la
radicalización de la acción de las
masas introduciendo la defensa armada./…convencido de que no había nada que
esperar de los “elementos políticos”, comienza a dar los primeros pasos en la
formación del Directorio Revolucionario./ El 2 de diciembre (de 1955) hace un
discurso muy fogoso en la FEU. Y ya al finalizar, toma la bandera cubana,
enarbolándola, y arenga a los estudiantes para salir en manifestación,
diciéndoles : !A la calle, síganme!
El factor aglutinador era José Antonio…, era
muy querido por todos y el primero en todo. Era muy valiente, tenía mucha
autoridad, porque se la había ganado. Fue un líder extraordinario./Pocos
jóvenes a esa edad pensaban con esa proyección y esa profundidad./ Era el jefe
militar de todo el levantamiento armado del 13 de marzo y el líder político
máximo de aquel movimiento por ser el presidente de la FEU y secretario general
del Directorio Revolucionario.
Del apartamento desde donde partieron hacia la emisora Radio Reloj, José Antonio sale tal cual era y con el arma
en la mano./ Ese día se transforma,
cuando se tira de la máquina está rojo, excitado. Su llegada a la CMQ fue un espectáculo, porque
la gente sabía que cuando él llegaba a
cualquier lugar, seguro había combate./ Iba a la vanguardia./ Después de la
alocución radial él dijo: “Ya yo puedo
morirme tranquilo. Vámonos”.
En las calles M y 27, Vedado, había unos
cuantos estudiantes a los que Echeverría arenga y les grita que vayan para la
escalinata (de la
Universidad de La
Habana)./ En la esquina de la misma Colina –así se llama a
ese centro de altos estudios) se produce el choque con una perseguidora (carro
patrullero ), al chocar, ellos dan marcha atrás y abren las puertas. Él, con
ese ímpetu, con ese valor extraordinario, parte solo para arriba de la
perseguidora, se abalanza sobre la puerta y le da un tiro al chofer.
Inmediatamente cae al piso, se incorpora para seguir tirando, pero una ráfaga
lo fulmina. Ese combate lo libra él
prácticamente solo./El Gordo – uno de sus apodos- cayó como un valiente./ José
Antonio, cuando cae, tiene un pensamiento consecuente, unitario e
insurreccionalista, que son rasgos estratégicos de su lucha.
(Testimoniantes:
Faure Chomón Mediavilla, Enrique Rodríguez Loeches, José Assef –El Moro-, René
Anillo Capote, Antonio Guevara, Julio
García Oliveras, Fructuoso Rodríguez) Tomados del libro Asalto, de Miriam Zito).
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