Cuando salí hoy al balcón me llevé tremenda sorpresa. Un cactus que tengo hace varios años había florecido. Nunca antes había echado flores. Y me acordé de una poesía de José Martí, el Héroe de la independencia de Cuba, dedicada a su mamá, cuando él luchaba por la libertad de su patria. Se las envío para que comprueben cuánta razón él tenía. Dice así:
Mírame,
madre,
Y
por tu amor no llores,
Si
esclavo de mi edad y mis doctrinas,
Tu mártir
corazón llené de espinas,
piensa que nacen entre espinas flores.
Fíjense qué espinas más largas tiene el cactus y
entre ellas hay tres florecitas rojas, pequeñas, muy lindas.
Ayer fue el Día del amor y la amistad. Este es mi regalo para ustedes.
Argentina Jiménez
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