Por: Argentina Jiménez
En el libro Canción de gesta*, la gran voz del
poeta chileno Pablo Neruda habla en
nombre de la libertad y de la justicia, en versos directos, más actuales y
vivientes que nunca. Uno de esas poesías del bardo la dedicó al sabotaje de La Coubre, perpetrado por la CIA, contra la naciente Revolución
cubana, el 4 de marzo de 1960.
El poeta escribe en uno de
los párrafos de sus notas a modo de introducción sobre Canción de gesta:
“Este libro no es un lamento de solitario o
una emanación de la oscuridad, sino un arma directa y dirigida, una ayuda
elemental y fraternal que entrego a los pueblos hermanos para cada día de sus
luchas.
“Ojalá que mi poesía sirva a
mis hermanos del Caribe en estos menesteres de honor. En América entera nos
queda mucho por hacer y quemar.
Mucho debemos construir
Que cada uno aporte lo suyo con
sacrificio y alegría
Tanto sufrieron nuestros pueblos que muy
poco les habremos dado cuando se lo hayamos dado todo.
Explosión del vapor “La Coubre”
Mi tema en este barco que llegaba
Lleno de municiones y alegría
en La Habana estalló su cargamento
en el fuego del mar fue su agonía.
Fueron los Eisenhowers diferentes
los que actuaron en esta compañía
uno que navegaba
bajo el agua
y otro que en Argentina sonreía,
uno depositaba el explosivo,
y otro condecoraba
al que venía,
uno apretaba el
broche del torpedo
y el otro en toda América mentía.
uno nadaba como un pulpo verde
y el otro era más suave que una tía.
Estos dos personajes paralelos
aprendieron que nuestra geografía
la manejan gobiernos sin raíces
que dimitieron la soberanía:
para estos gobernantes Norteamérica
es una caja no siempre vacía:
ellos le entregan todo lo que tienen:
y el primer Eisenhower se pasea
por los palacios y las avenidas
sin ver una persona verdadera:
solo feroces tigres de oficina
que le quieren vender nuestras banderas
pero en USA se conocía
que con Fidel se habla de otra manera
y cuando en Cuba ven los campesinos
las letras de la
luz por vez primera
y con la dignidad que han recibido
recibieron los libros y la tierra;
Eisenhower claro se retira
La mascarilla de persona buena
y en hombre rana
se convierte y nada
como los tiburones a su presa.
Entonces el “La Coubre” asesinado
se retuerce entre
heridos y pavesas:
asesinan franceses y cubanos
para impedir que Cuba se defienda;
pero los pistoleros submarinos
perdieron esta vez su remolienda
porque no lograrán matar a Cuba:
vivirá, lo juramos, esta estrella:
por su revolución combatiremos
hasta la última mano que dispare
defendiendo el honor, la última piedra.
*Canción
de Gesta lo escribió Pablo Neruda a bordo del Paquebot “Louis Lumiére” entre América y Europa, 12 de
abril de 1960.